Hablábamos con la mirada
y nos callábamos a besos.
Éramos frescos para la tormenta
y perfectos para amar a los defectos.
Éramos misteriosos sin duda,
con las palabras directas,
pero sin rumbo para iniciar una historia
porque todo empieza ahora
sin importar donde estamos.
Te gustaba que yo fuera de piedra
así podías hacer esculturas en mí.
Estábamos en arenas movedizas
y bailamos en ellas.
Éramos una playa tranquila
y la profundidad estaba en las cartas de las botellas perdidas.
Éramos salvajes a veces,
pero siempre fuimos nuestros salvavidas.
Éramos abismo,
jamás vi el final de nosotros
y al caer contigo
sentía que volaba.
Nos gustaba nuestra desnudez
cuando estábamos vacíos
y todo se siente mágico para llenarnos,
pero nuestra mayor intimidad era permitirnos llorar.
Éramos el fuego explotando,
la chispa iluminando
y el calor para abrigarnos.
A veces éramos hielos
y otras veces, el infierno.
Te gustaba cuando yo era de cristal
porque podías ver a través de mí.
Éramos todo
y ahora solo somos nada.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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