Jugamos a las escondidas
y me aterraba la idea de no encontrarte,
pero mientras te buscaba
sentí como la pequeña Ana Mercedes
conocía el camino,
todos los escondites han sido descubiertos,
pero ya crecimos y no encajábamos en los lugares de antes,
allí aprendimos a salirnos del molde,
a no tener límites.
Jugamos a las escondidas
y conté hasta el 30,
cada número traía un recuerdo
y aumentaba la emoción,
el sentir el corazón que nos unió.
Jugamos a las escondidas
y corrimos por los mismos pasillos,
nuestros pies ya no eran tan pequeños
y ese camino te hace sentir infinita.
Jugamos a las escondidas
y era imposible no sentirme como una niña,
nos vi como en nuestra infancia,
todo ha cambiado,
corazones heridos
y unas cuantas cicatrices,
pero nuestras almas siguen siendo brillantes,
cualquier luz es un faro de esperanza.
Jugamos escondidas
y fue genial revivir un poco de nuestra infancia,
por favor quédate en mi vida.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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