Me hago mayor,
los cielos rojizos
aunque no todo el tiempo me pintan,
siempre me dibujan una sonrisa.
Me hago mayor
y sigo buscando estrellas
en las noches nubladas,
es como si estuviera buscando una señal
en mi desesperanza.
Mi corazón ha estado en lupas,
y entre los fragmentos de vidrios rotos
no sé que es lo que ves a través de él.
Sigo en guerra conmigo misma
y el significado de la paz es tan cambiante
que no la puedo reclamar.
Las madrugadas se han convertido
en algo tan poético
y eso suena tan bonito,
que me hace olvidar que mi poesía
se transcribe desde el lenguaje de la soledad,
en el alba me doy cuenta que solo necesito de mí,
despierto en la misma cama,
mas no siempre estoy realmente ahí.
Mis alas rotas
han tocado las nubes
y no sé si si con mi corazón roto
siento o resiento,
solo sé que te quiero.
Nací entre grietas
y crecí entre ruinas,
tal vez solo soy escombros,
pero todavía soy (yo).
Salté al vacío
antes que me aventaran
y unas ramas me atraparon
cuando mis raíces me abandonaron.
Desempolvé los recuerdos
porque me enferma el olvido,
me matarás si me olvidas
y yo solo reviviría para recordar que ya no me recuerdas,
siempre estoy buscando arder
como aquella estrella moribunda
que aún hace infinito al cielo.
Me hago mayor,
apagué el infierno,
pero no maté a los demonios,
aún me buscan
y aún me pierdo sin necesidad de ellos.
El paraíso es un cielo arrumbado
para aquellas tumbas inclinadas,
para nuestras almas destrozadas.
Me hago mayor
y ojalá lo supiera mejor.