Hace unos días salí con Bailey
y parte de la calle estaba llena de plumas,
durante toda esa semana todo lo que fui al estar fuera de casa
fueron plumas, de distintos tamaños y pájaros,
me entristecí en un llanto que no puedo explicar ni llorar,
pero todo se siente así, desplumado,
perdido y desesperanzado.
Hoy mientras la paseé,
parte de la calle estaba llena de botellas rotas,
anduve caminando con cuidado para no cortarnos,
y al caminar me sentía justamente así, herida,
afligida.
Hace unas semanas
en la caminata diaria con Bailey
aunque había llovizna
ninguna gota le cayó a mi cuerpo,
es como si solo hubiese sido un fantasma
en una calle mojada.
No sé cómo me siento
ni por qué me siento así,
solo sé que lo siento
y no tengo otra clase de sentimiento,
¿qué vienes a enseñarme a mí?
aún no aprendo a vivir porque te clavas aquí
y no tengo más a dónde ir.
Pasear a Bailey es mi parte favorita del día, incluso detengo mi lectura de poesía y cafecito frío, que es mi pan de cada día, la delicia de mi vida. Aun si me llego a sentir mal, es un momento donde creo y digo que todo está/estará bien, claramente, es el momento favorito de Bailey y que esté feliz, produce la serotonina en mí, supongo.
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