Soy unas ojeras puestas
por la realidad de afuera.
Soy esa mirada en el techo
porque proyecto allí mis sueños.
Soy el lado frío de la almohada
y la calidez del abrazo.
Soy un cabello despeinado
que se arregla con el viento.
En mi cabello hay un chongo mal hecho
pero luce bien, es lo más sofisticado en mi.
Soy un desorden acomodado,
unas pantuflas para estar en casa
y los vans para sentirme libre.
Soy el libro que no encontrarás en el librero
porque lo he puesto enseguida de mi cama,
aquel libro de sueños,
que me hace que la pesadilla no sea sienta tan mal.
Soy líneas llenas
con una simple poesía.
Soy una idea
y a veces una idiota.
Soy expresiva como mi mirada
y callada como el silencio.
Soy fría y distraída,
me gusta tener la razón
y jugar con las mentes para reírme
aunque no busco ganar,
encuentro un perdedor.
Soy aquella silla de la oficina,
no sé si la roja o la otra,
aquellas donde me la pasaba
escribiendo, soñando, realizando.
Soy como aquel viejo columpio
sin color, pero aún le llega el sol,
pero desea llegar a la luna,
aún tengo sueños,
todavía despierto sintiéndome niña
pero he crecido, aún creo en mí.
Sigo guardando mis sentimientos ocultos
aunque mencione algunas cosas que ame,
tapamos nuestro pecho
para que nadie pueda ver lo que guarda nuestro corazón.
Ocultamos nuestros ojos
cuando nuestra mirada no se quiere callar,
tiene demasiado por expresar
y no queremos que el otro se llegue a enterar,
por temor a que se vaya,
porque no queremos ser abandonados o llevamos al psiquiátrico,
porque le tenemos miedo a otra soledad,
porque algunas compañías son tan especiales
y nuestros secretos no son malos
pero nos pueden ver raro,
si nos quitaran nuestra visión sobre nosotros
no sé que pensaría el otro.
Soy tranquila cuando debería de estar loca,
soy silenciosa cuando todos comienzan a gritar,
soy temerosa cuando alguien me da seguridad,
soy mi alma cuando mi corazón está susurrando.
Soy obediente
pero me he vuelto rebelde.
Soy una tragedia
y a veces estoy demente.
No puedo dormirme en la madrugada
a veces caigo como anochecer en el amanecer,
pero sin estrellas, solo con rayos de luz.
Soy insegura, terca, testaruda,
nada ruda,
con algo de ternura
y toda está oculta.
Soy chistes sin risas,
las lágrimas de la lluvia,
las espinas de las rosas.
Soy las palabras que no puedo decir
porque tengo miedo de dañar.
Soy las palabras que pienso
y deberías de recordar porque es un sueño.
Soy con la que más hablo,
cuando voy caminando tengo conversaciones en mi mente
esperando tener a alguien para decirles algo,
pero encuentro la nada,
nunca ocurre algo.
Vuelo más alto que un avión de papel,
pero me rompo con más facilidad que él.
Navego más que un barco de papel
pero a él lo buscan,
a mí nadie me encuentra
porque me quieren perder.
Soy hojas sueltas
aquellas con historias que salvan,
con la tinta que me aferro
y las ideas que suelto.
Me he corto con hojas de papel,
pero he sanado al escribir en él.
No soy ningún playlist,
soy las canciones que pongo en repetir.
Soy el volumen más alto
porque la música me puede levantar.
Soy más fuerte de lo que creo,
pero no soy la valiente del cuento.
Soy más de lo que podría expresar,
menos de lo que podría aceptar también.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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