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Sue

Actualizado: 19 jun 2024

Sue quiere serlo todo

y que jamás se tenga lo suficiente,

ella quiere algo más que las palabras de una poeta,

aquello que no se puede expresar

porque es la clase de sentimiento que solo se posee

y no puede ponerse en ningún otro lado.


Sue transforma el papel en su ser,

quiere que el amor sea demostrado

y no solo dicho,

entonces la amada deja de sostener la pluma

y nada es más frágil que aquellos dedos recorriendo su piel,

estremeciendo el cuerpo y extendiendo el espíritu.

Caricias que nadie más sentirá,

caricias que nadie más sabrá,

Sue no quiere ser un secreto,

desea ser la única verdad.

Sue quiere más que las palabras de una poeta,

quiere aquel sentimiento que solo se posee

y no se puede poner en ningún otro lado,

mas que ser entregado a quien se ama,

aquel tipo de sentimiento que no puede ser descrito

y solo se talla en el corazón.

Sue no quiere ser un secreto,

ella disfruta de cada gemido

porque solo así lo que sienten deja de ser en silencio.

Encierran su amor,

mas nunca su corazón.

Sue está entre los márgenes de las páginas

y entre las sábanas,

a Emily solo le gusta la desnudes de su cuerpo,

no soporta las hojas en blanco,

siempre trata de cubrirla con versos

y a ella de besos.


Emily se esfuerza en sus poemas,

quiere que las líneas sean perfectas

y su amante solo quiere el desastre,

ya no tiene miedo de amarla,

ahora teme perderla

aun sabiendo que en su corazón siempre estará.

Sue quiere serlo todo,

no nada más la musa para los poemas de Emily.

Sue quiso explotar como aquel volcán,

pero tuvieron que dormir al deseo

hasta que se acostaron juntas

entre las pasiones hambrientas

que obtuvieron entre las migajas del amor

que tuvieron que soportar.


Sin deseos de poseer,

con la necesidad de tener,

solo dos amantes amándose y entregándose,

como debe ser.

De Emily,

Sue fue la poesía

y su última palabra.

 

Hoy terminé de ver la serie Dickinson así que escribí esta poesía y dejaré aquí algunas cosas que Emily escribió para su amada Susan Gilbert:

“Ahora me muevo sobre alas, sobre alas tan blancas como la nieve y tan brillantes como el sol de verano, porque estoy contigo”


“Si estuvieras aquí, mi Susie, no necesitamos hablar en lo absoluto, nuestros ojos susurrarían por nosotras y tu mano rápido en la mía, no pediríamos lenguaje”


“Susie ¿volverás a casa el próximo sábado y volverás a ser mía y me besarás como solías hacerlo? Espero tanto por ti y me siento tan ansiosa por ti, siento que no puedo esperar, siento que ahora debo tenerte”

“Debes dejarme ir primero, Sue. Porque vivo en el mar siempre y conozco el camino. Me habría ahogado dos veces para que no te hundieras, querida. Si tan solo hubiera podido cubrir tus ojos para que no hubieras visto el agua”


“Susie, perdóname, querida, por cada palabra que digo, mi corazón está lleno de ti, nada menos que tú en mis pensamientos, pero cuando busco decirte en algún momento que no sea por el mundo, las palabras me fallan”



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