No quiero volver
allá en donde me empapó mi llanto,
en donde mis pulmones empezaron arder
y el aire solo avivaba el fuego.
No quiero volver
allá donde mi cuerpo
se sintió abandonado
y mi alma decidió
darme sus penas.
No quiero volver al acantilado
en donde no sabía si caer
entre las aguas o rocas,
¿qué es peor que en vez de ver tu vida pasar
solo veas tus posibles muertes?
No quiero volver
allá en donde mi piel es más sensible para herirse
y mi sangre es más indiferente para no detenerse.
No quiero volver
allá en donde mi sombra
aprende a volar
como la de Peter Pan.
No quiero volver
allá en donde me convierto en presa
y pierdo la fuerza de la fiera.
No quiero volver
allá en donde nada se halla.
No quiero volver
allá en donde solo suena el revólver.
Allá en donde me pierdo,
allá en donde solo deseo que la santa muerte me bese
para que me quita la sangre de los labios
y su amor por el dolor sea mi salvación (o rendición).
Créditos de la ilustración a quien corresponda.
"No quiero, triste espíritu, volver
Por los lugares que cruzó mi llano,
Latir secreto entre los cuerpos vivos
Como yo también fui.
No, no quiero volver,
Sino morir aún más,
Arrancar una sombra,
Olvidar un olvido".
LUIS CERNUDA en XI de Antología Poética