Amar a una persona provoca
placer por la sustancia
sin importar los efectos secundarios.
Amar a la persona tóxica
provoca heridas,
pero lamemos su sangre.
Provoca daños,
pero podemos soportarlos.
Amar a la persona toxica
nos causa trastornos,
nos vuelve locos,
nos obsesiona,
nos manipula,
pero es “amor”.
Amar a la persona tóxica
es ponerlo delante de todos,
incluso si nos deja atrás.
Amar a alguien tóxico
es amar que sean salvajes con nosotros,
a veces no nos queremos.
Amar a la persona indicada
provoca calma,
amor verdadero,
y por eso, salimos corriendo,
no sabemos quedarnos cuando todo es paz,
corremos hacia el peligro, no de él.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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