La palabra Amor
es como Dios:
un salto de fe
para agarrar fuerzas
y aguantar.
El amor
es como Dios,
alguna vez fuimos creyentes.
El amor
es como Dios,
esperanza,
eternidad.
Los poemarios
también son libros sagrados,
tienen los registros de lo vivido
y dejan un aprendizaje.
Mi amante parece un Dios
de lo hermoso que está,
algún día me hará pecar
y me alejará de su paraíso.
Mi amante es un Dios,
su aura es resplandeciente,
su corona no está hecha de espinas,
pero el cargarla le ha causado tanto dolor.
El amor es como Dios,
no podemos jurar en su nombre.
El amor es como Dios,
una vez que nos toca
nuestro ser se siente diferente.
El amor es como Dios,
ha cargado con nuestros errores en forma de cruz.
El amor es como Dios,
no importa si dañamos
mientras usemos su nombre.
Mi amante es un Dios,
una escultura siendo besada.
Si Dios quiere,
si mi amante me lo permite,
yo no tengo voluntad de mí,
hay una fuerza más allá que controla quien soy,
es mi alma siendo poseída por su espíritu.
Mi amante es un Dios,
tiene marcadas sus manos
de todas las veces que me ha sostenido.
Mi amante es un Dios,
solo me lleva al cielo para amenazarme
y si cometo un error me arrojará al infierno.
Mi amante es un Dios,
mi mundo es creación de él.
Mi amante es un Dios,
un lugar sagrado.
Mi amante es un Dios,
me hace sentir inferior.
Mi amante es un Dios,
me debo entregar en cuerpo y alma a él
y a ningún hombre más, por siempre.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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