La luna

En esta noche

me siento fuera del cielo

y dentro de la luna,

ojalá supiera lo que estoy diciendo,

ya sé, no debo darle voz a mis sentimientos,

ya sé, el silencio es buen aliado,

mas jamás nos entregará la paz que necesitamos.

En esta noche

me siento fuera del cielo

y dentro de la luna,

tan atrapada en quien soy

sin saber ser yo.

¿La luna se estira?

se está acercando tanto

y parece un ojo,

soy yo quien la ve fijamente,

siempre somos dos

cuando hay una mirada de unión,

así que cerraré los ojos

aunque no te apartaré de mi vista,

esta noche me aferraré como si mi vida

dependiera de esto.

La luna está creciendo,

está expandiéndose

como los horizontes

que nos separaron

y qué bonita noche es,

puedo sentir cada estrella

y no sé si aún quiero a los deseos que le pedí a todas ellas.

Oye, luna,

¿has llegado a tu destino?

oye, luna,

¿tu destino es el cielo o la tierra?

yo siempre estoy en el medio,

sin llegar a ningún sitio,

a veces es mejor así

y otras veces te hace morir

sabiendo que no habrá una tumba,

suficiente con el cadáver,

ya hay bastantes huesos en él.

Medianoche,

hilos o destellos,

estoy colgando de ellos,

cayendo sin ellos.

Y siento que siempre es tarde,

así que el agua de la clepsidra

cae por el desagüe,

a veces es lo mejor

y siempre es lo peor.

Y siento que siempre es demasiado tarde,

así que miro a la luna

para olvidar lo que está fuera de mi vista,

¡cómo cambia todo al cerrar los ojos!

porque abre heridas que derraman caricias

que no tocan,

aunque tú pudiste atravesarme

¿y a qué me refiero con “pudiste”:

estoy diciendo que lo hiciste

o que debiste hacerlo?

no lo sé.

Y siento que siempre es demasiado tarde

y la luna me dice “no me estoy alejando,

solo me estoy cayendo”,

¿de esto va estar en movimiento,

carrusel?

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Hace rato que no escribía un poema, pero esta noche fue poética escuchando Midnight y leyendo a Elizabeth Bishop, no puedo pedir más. He estado bebiendo mucho café frío y leyendo varios poetas, escribiendo en notas diciéndome que debo escribir poesías, pero dándome el tiempo para dejar descansar las letras, aunque siempre resuenan.