Sigo tropezando con tu recuerdo
solo para mantenerte vivo,
lleno de flores tu tumba
como si pudieras entregarte a mí con la primavera.
Sigo tropezándome contigo
solo para saber si vendrás a curar las heridas
que me causas
y solamente tropiezo con tu fantasma,
jamás puedo atravesar tu alma.
Sigo tropezando con nuestras piedras
para recordar(me) quién tuvo la fuerza,
ellas tienen mi sangre,
más de lo que pudiste conseguir.
He dejado los hilos colgados
para saber si prefieres coserlos
o ahorcarte en ellos,
tal vez pases como si nada,
como siempre.
Las piedras siguen con su filo,
pero tú siempre preferiste el cuchillo.
Nunca soporté ver una costra en mí,
siempre me la arrancaba,
a veces no dejaban huella,
otras veces la sangre era todo lo que me dejaba,
y tú eres esa marca que no puedo dejar intacta,
necesito que desaparezcas
o tomes otra forma para luego romperme.
Sigo tropezando con tus letras
para caer en una poesía
que nos pueda atrapar,
pero no te puedo alcanzar,
Ojalá algún día mi corazón pueda seguir hasta encontrar a otro amante,
que ya me cansé de escribir sobre el desamor a un amor no vivido.
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