Ya no sé si eres el verano que me apagó
o el otoño donde buscaba vida en tu jardín
y terminé en un cementerio llevándote rosas
cuando pintaste la vida de gris,
lo único colorido fue mi sangre.
Ya no sé si eres el verano que ardió tanto
que terminaste brillando en una estrella
o el otoño donde los colores cambiaban
y lo naranja se convirtió en gris
porque no estabas ahí.
Ya no sé si eres el verano
donde los rayos del sol me tocaban
mientras jugaba en tu jardín
cuando aún tenía la esperanza
que te levantaras de la cama
y me vieras crecer,
tal vez yo dejé de ser antes que tú.
Ya no sé si eres el otoño
donde no pudimos prender tu vela de cumpleaños
y encendimos una veladora enseguida de tu fotografía en aquel triste altar.
Nací en primavera
para que el amor más bonito de mi vida fuera de otoño,
pero murió en un verano,
te escribí versos en inviernos,
sostuve la pluma tratando de sentir tus manos,
debiste acariciar cada herida,
sigo tratando de tocarte en cada poesía,
ojalá puedas sentir lo que me hiciste sentir en tus abrazos.
Aprendí a vivir con tu ausencia,
pero ha sido una agonía no poder recordar tu voz
tal como me hablabas
y yo pierdo mi voz cada vez que me pongo a llorar,
tal vez no hagan falta las palabras,
siempre me pudiste entender con una mirada,
¿a dónde debo voltear ahora?
¿podrías bajar tan siquiera en un sueño?
Aquel 13 de julio cuando el doctor
dijo que debíamos rendirnos
me quedé sentada sola en aquella escalera
tratando de entender lo que era,
llovió tanto aquella tarde cuando fuimos al hospital
y te alegraste que tus plantitas se regaran con la lluvia,
pero guardabas esperanzas que aquel arcoíris
te llevara a tu jardín de nuevo, nunca más sucedió.
Un par de días en el hospital
para enfermarte más,
recuerdo comprar galletas en aquella maquina
y dejar para alguien que ya no podía comer,
luego fui yo quien dejó de saborear la vida.
Julio y agosto en tu habitación,
te llegaste a cansar de las visitas
y no tener nada que ofrecerles,
pero ellas te llevaban alimentos
y daban dinero para los medicamentos,
estabas cansada de saber que el final se acercaba
y no poder decir nada,
solo llorabas en silencio.
Empezaste a usar tus manos
para comunicarte,
pero los movimientos
se convirtieron en temblores,
así que movías tus labios
tratando de emitir alguna palabra,
entendíamos tu mirada
incluso cuando tus ojos estaban cerrados.
En agosto vi a mi sol apagarse
y la oscuridad que siempre estuvo en mí
empezó a ser tan clara
que podía verme aterrada.
Sé que dijiste que tenías algo pendiente conmigo,
pero nunca sabré a qué te referías,
tal vez era algo importante,
tal vez era una estupidez,
tal vez era un “te quiero”,
tal vez me ibas a hacer llorar
y ha pasado tanto tiempo
que he empezado a olvidar tu voz
y nada me ha roto más el corazón que eso.
Me hubiera gustado tener una despedida,
decirte lo que para mí significabas,
fuiste mi más gran amor,
pero creo que siempre lo supiste,
desearía haber sido más expresiva,
¿es por eso que escribo poesía?
La agonía,
la nostalgia,
tu ausencia,
Mercedes, tú eres,
y yo ya no puedo más.
Las cartas que se te pasaban jugando a la lotería,
la verdadera fortuna era que tú estuvieras en mi vida,
Merce, no hay nada a mi merced.
El dolor,
mi llanto en seco,
mis lágrimas sin control,
el sufrimiento
y mi corazón roto,
¿cómo puedo sanar
si tu enfermedad era terminal?
Mis demonios,
el cielo a donde volaste,
mi frialdad,
¿alguna vez sentiré la calidad de tus brazos
cuando me rodeaban el cuerpo?
Mi cama vacía,
tú sin aparecer en mis sueños,
esta pesadilla es real.
Me tatué mi costillas izquierdas
con algo que te representara,
seguramente me matarías,
pero quise inmortalizar tu vida en mi ser,
eres lo más bonito que pude tener.
No sé si alguien me ha amado más
(seguramente tu hija, mi mamá),
pero tú me amaste mejor,
eras mi otra mitad,
lo mejor que había en mí.
Jamás me dejaste sola
y eres el único amor que ha existido en mi vida
que nunca me hizo dudar de mí,
que no me hiciera sentir que era difícil sobrellevarme o amarme,
contigo jamás me sentí insuficiente
y siempre trataste de mostrarme más allá de mi inseguridad,
gracias por amarme como lo necesitaba,
tal vez merecía un amor así,
tal vez solo era tu corazón amando tal como tú eras.
Desde pequeña me hicieron creer
que no merecía ningún amor,
pero contigo sabía que yo valía tu corazón,
fuiste mi salvación.
Jamás tuve una familia,
pero en mi infancia
tuve una abuela,
una mamá, un hermano,
hasta un papá,
nunca me tuve a mi misma,
pero contigo me sentía,
¿era porque realmente me querías?
Fui más herida
que querida,
pero tu amor
eclipsaba mi dolor,
siempre fui la luna solitaria,
pero tu amor era el sol,
tan radiante
que llegaba hasta a mí.
Crecí solitariamente,
pero tú siempre me elegías
y mereces más que mis elegías.
Me rompe el corazón
el creer que no te amé como debí haber sentido,
debí haber hecho más por ti,
iluminabas mis ojos,
mi sonrisa jamás fue tan sincera
y me recargaba en ti porque eras mi espacio seguro.
Hay un deterioro en mi corazón,
solo que contigo mis latidos funcionaban,
nunca se sintió mejor.
Contigo todo se sentía bien,
incluso lo roto de mi ser,
crecí en una nada,
¿por eso fuiste mi todo?
me veías con otros ojos,
en ti encendía una mirada,
cuando tus ojos se mantuvieron cerrados
encontré mi oscuridad
y me perdí entre mis demonios,
no sé cómo demonios salí de aquel infierno yo sola,
me abandonaron cuando más necesitaba de alguien,
no necesito de nadie, solo de mí
y he estado recuperándome,
aún no sé el valor que tengo,
pero me debo bastante y debo pagarlo.
Crecí sintiendo que no pertenecía a ningún sitio,
siempre he estado bastante jodida y perdida,
¿cómo es que pudiste amar un desastre como lo que yo era?
pero contigo jamás sentía que yo era un problema,
a pesar de todo, me sentía digna de tener tu amor,
sé que sabías que te amaba,
pero me mata que no sepas lo que significó tu amor por mí.
Me hacías sentir que no había ningún mal o problema en mí,
por eso nada dolió, porque te tenía a ti,
luego exploté de tantas formas
que no sé por qué sigo con vida.
En mi peor época
mi mamá soñó contigo,
generalmente desde que te perdió soñaba con tu sufrimiento,
pero esa vez tu sufrimiento era por mi sufrir,
le dijiste que ella no me sabía cuidar
así que me ibas a llevar,
ella lloró y gritó que no lo hicieras,
había un cristal que atravesaste para llegar a mí,
en eso se escuchó el ruido que algo se había roto,
se despertó asustada,
en realidad había caído un cristal enseguida de ella.
Ojalá la vida nos hubiera dado más tiempo para compartir,
así seguiría aprendiendo de ti,
pero me enseñaste sobre el amor
así que cada vez que abro mi corazón
sé que estás en cada latido
susurrando que soy digna de ese sentimiento,
pero pensé en las piezas rotas sin saber que sentir.
9 años sin ti,
los años seguirán pasando,
sé que seguirás en mi corazón,
pusiste una semilla en mí
para que pudiera florecer por aquí,
¿soy tu nuevo jardín?
La noche del 24 de agosto
recuerdo ir a tu casa en silencio,
di el pésame y nadie me dio el pésame,
dudé de mi existencia,
desde esa noche supe que me tendría enfrentar a la vida yo sola,
pero de alguna manera sé que sigues por aquí o tan solo en mí.
Aquella noche fue oscuridad
a causa de tus ojos cerrados,
tal vez te mudaste a una estrella
para seguir brillando
y con tu luz guiarnos.
Aquella noche fue la más solitaria,
mi corazón siempre estuvo roto,
pero tú sostenías los pedazos,
cuando te fuiste, soltaste hasta mis lágrimas.
Me convenciste de tener un perrito
y por ti tuve a Neymar en febrero,
te fuiste en agosto,
sabías que él me cuidaría,
Neymar estuvo en cada crisis emocional
y en aquel abril del 2014 cuando sentía que ya no podía más,
él me acompañó y de alguna manera me calmó,
me amó como si hubiera sido fácil amarme,
él me protegió, puedes estar tranquila.
Tus abrazos me llenaban de tranquilidad y seguridad,
quiero que sepas que la sensación de tus abrazos ha estado rodeando en mí,
sigue aquí, de algún modo, sigues aquí.
Te amo con toda mi vida
y me mata que no supieras el impacto,
a pesar de mis escasos 13 años,
sé que viví tanto contigo
y me diste la vida que salva a mi ser.
Escribí gran parte de esta poesía el 24 de agosto, sabía que tenía que habría letras en su aniversario, pero jamás pensé escribir esta historia que me hizo llorar en bastantes versos, así que lo dejé por el sentimiento, pensé mucho si debía continuarla, pero solo así sacaría eso de mi pecho. Pensé mucho en compartir esta poesía, pero rincón poemario es mi espacio seguro. Ella jamás supo que me sentía tan perdida, porque a pesar de mis lágrimas que ella secaba, yo siempre tuve una sonrisa para ella.
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