A veces cuando no somos reconocidos,
olvidamos que somos valiosos.
A veces cuando estamos tristes,
olvidamos que la felicidad está a punto de llegar.
A veces cuando estamos destrozados,
olvidamos donde colocar las piezas intactas.
A veces cuando sentimos desprecio a quien somos,
no recordamos que hay alguien que nos ama.
Desgraciadamente, esperamos demasiado de la gente,
que nos digan que nos quieren,
basta con que lo demuestren:
en un detalle, sonrisa, mirada,
quizá hasta en una carta.
Cuando estamos haciendo lo que amamos
estamos en nuestro propio escenario,
ellos son el público
y no nos fijamos como nos miran,
con esa luz de estrella
porque nosotros brillamos con nuestra propia luz,
nuestra chispa es su alegría.
Desgraciadamente, si algo hacemos mal
no nos importa lo bien que hemos hecho,
ni siquiera importa en lo que somos mejor.
Nos fijamos en errores
y caemos en equivocaciones.
A veces cuando estamos tristes,
sentimos que la tristeza durara para siempre,
nos dañamos eternamente por esos instantes,
destruimos nuestra vida porque no supimos arreglar nuestros días.
Nos aferramos tanto al dolor
y dejamos ir a aquello bueno.
A veces cuando estamos destrozados,
olvidamos donde colocar las piezas intactas.
Todos tenemos días difíciles,
todos tenemos problemas,
todos tenemos una guerra,
todos tenemos misterios y secretos,
todos tenemos algo
aunque todo sea diferente.
Veo una pesadilla,
pero me convertiré en un sueño que valga la pena para despertar.
Veo una terrible piedra,
la patearé o la esquivaré.
Veo un gran monstruo,
le perderé el miedo
y él perderá su tamaño.
Veo mucho,
siento demasiado,
pero haré lo que sea mejor para mi bien.
No les temo a monstruos,
ellos también han sido rechazados,
nadie los quiere tener
y ellos también necesitan del amor.
No les temo a los demonios,
ellos han escapado del cielo
y están pagando su condena.
A veces somos como nos gustarían que fueran con nosotros,
pero cada ser es distinto
y no todos hacemos lo mismo,
aunque deberíamos de ser recíprocos.
A veces nos cegamos demasiado,
no podemos ver más allá,
tememos saber la verdad.
A veces nos concentramos tanto en nuestro mundo,
que no dejamos que el verdadero mundo nos distraiga.
Vamos pensando demasiado en nuestros problemas y tristezas
que no nos permitimos admirar la naturaleza,
los pequeños detalle que la vida nos regala.
Son regalos envueltos sin abrir
y son devueltos con el corazón roto.
No sé,
a veces suceden tantas veces
y nos sentimos vacíos.
Toma esta parte del hoy
para rellanar tu vida.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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