Ahórrame

Ahórrame la tragedia,

sigo pagando por mi miseria.

Ahórrame el suspenso,

no puedo cobrar con mi miedo.

Ahórrame las heridas,

vacié mi sangre por esto

y en mi perdición

aún hay ganas

pero no has encontrado un valor,

temo que como siempre

sea demasiado tarde.

Ahórrame el desvelo

si no te quedarás en el amanecer,

ahórrame la despedida

aunque me quede sin nada después.

Ahórrame los latidos

si no les encuentras el sentido.

Ahórrame las piezas de mi corazón,

no podré con el costo de la destrucción.

Ahórrame la película,

no sé si te buscaré entre las cintas

o en los asientos,

¿siempre esperaré por ti?

Ahórrame el querer,

que con mis piezas rotas

no puedo pagar

lo que deseo,

ni siquiera lo que debo.

Ahórrame el suspiro,

que el aire falta

cuando los labios no se rozan.

Ahórrame las poesías,

venderé la tinta que queda

porque las palabras siempre se van.

Me sobra sal,

pero ahórrame las heridas.

¿Mis candelabros están temblando

o son las luces que están parpadeando?

Ahórrame las lágrimas,

entre lo transparente de ellas

ves la oscuridad del dolor

y cerrarás el telón

después de cegarme.

Ahórranos tiempo,

aún nos falta madurar.

Yo pago por acertar,

pero ahórrame los errores.

Ahórrame el silencio

que cada susurro

me desgasta.

Ahórrame el derrumbe,

no pagues por verme caer.

No me ahorres nada,

pero no me desgastes

y si el amor resulta una miseria,

sabré encontrar valor en el dolor.