Te conocí a finales de algún enero,
no recuerdo el primer momento,
solamente cuando acepté para mi misma el sentimiento,
sé la primera poesía que escribí sobre ti,
he olvidado sus versos y aquello que componía lo que tú eras.
¿Qué tal tus 23 años?
Ha pasado tanto tiempo
y aún no puedo creerlo,
crecimos
y quién diría que a mi vida
no le preocuparía no saber más de ti.
Sé que coincidiremos en algún diciembre,
estarás del otro lado de la calle
y no tomaré de la copa
tragando en seco.
Ahora sé que desperdicié tanto tiempo,
me aferré a un reloj descompuesto
e ignoré el reloj de arena
por estar buscando una botella
para poner una carta en ella,
jamás encontré un mar al cual lanzarla.
Quise guardas esperanzas
y estaban de más,
no había nada que la vida pudiera ofrecernos
aun si yo deseaba entregarme a ti.
Soy el fin de un mes
y tú eres el punto medio de otro,
nos perdimos en el principio.
Tú eres de otoño
y yo soy de primavera,
siempre fuimos tan contradictorios.
Ayer encontré algunas canciones que escuchaba cuando tenía 8 años,
me sorprendí que aún me sabía algunas letras,
y en vez de nostalgia, sentí alegría.
Me di cuenta que hay cosas que aunque creemos olvidadas,
están en el fondo de la memora,
tal vez eso me sucede contigo,
estás incluso si ya no habitas en mí.
Ayer encontré algunas canciones que escuchaba cuando tenía 8 años,
me sorprendí que aún me sabía algunas letras,
y en vez de sentir nostalgia, sentí alegría,
aún tenía el ritmo en mí
y me di cuenta que algunas veces todo siempre estuvo ahí,
pero llega alguien
y nos lo hace descubrir,
no, no hablo de ti.
La memoria de ti
no me pide rescate,
no me mata,
solo está existiendo
y ya ni siquiera eres un fantasma.
Que bonito fue saber que el amor debe transmitir calma,
gracias por mostrarme que las mariposas deben volar en el exterior,
por hacerme sentir el vuelo y no el revólver del aleteo,
cómo olvidar cuando una mariposa se posó en mi hombro
cuando sonaba una canción que expresaba lo que por ti sentía
y lo llamé amor.
La poesía puede perder todo,
menos la tinta,
el sentimiento se desvaneció,
pero no borraré lo escrito,
aunque la historia ya no tenga sentido.
Te conocí a finales de algún enero
y ha pasado tanto tiempo.
"Soy el fin de un mes,
tú eres el punto medio de otro,
nos perdimos en el principio.
La poesía puede perder todo,
menos la tinta,
el sentimiento se desvaneció,
pero no borraré lo escrito,
aunque la historia ya no tenga sentido".
Tu poesía perdurará por siempre, aunque los sentimientos hayan cambiado, la poesía no cambiará. Los ecos que hacen la poesía son ta fuertes que no dejaran de existir, así como tu arte quedará por siempre y que bien jugaste con los días del mes (lo recuerdo).