Almas perdidas
Estás en mis ojos
y en todo lo que no puedo ver.
Te siento en el aire
y luego suspiro
porque te siento en el espacio exterior,
tan lejos que me se corta la respiración.
Te mantengo como un enigma
y luego me pierdo porque no te sé resolver,
¡vaya problema en el que nos fuimos a meter!
esto no puede ser.
Te llevo como un amuleto,
pero te creo una brújula
al sentir que contigo he llegado a mi norte,
no, sigo en el mismo lugar,
te encontré y te perdí también.
Estoy segura que vi una luz en ti,
en esta penumbra no veo ni tu sombra,
¡cuánta incertidumbre el no saber si volveré a verte!
Te llevo en mi soledad
y debo soltarte
porque quiero llegar a tu compañía,
pero me pierdo más en mi misma,
¿cuándo llegaré a ser tuya?
No me queda más
que buscarte entre mis sueños,
al menos ahí estás,
allá nada es verdad,
pero ¿de qué me sirve esta realidad?
Me acuesto en el infierno
y sueño con tu cielo,
no hay peor llama
que la que te olvida quemar.
Después de buscarte en esta tierra
donde aún no sabemos florecer,
vuelvo al infierno y me topo con el diablo,
él me habla de las almas perdidas que acá habitan
y me doy cuenta que es bueno no encontrarte,
espero que estés bien.

Ayer leí la poesía de Luis Cernuda y hasta ahorita con lo que he leído (no lo he terminado) me ha gustado bastante. Lo último leído de él fue MI ARCÁNGEL y acá hay una poesía derivada a su poesía.
“No solicito ya ese favor celeste, tu presencia:
(…)
como el recuerdo, como el llanto,
como la vida misma vas conmigo.
Tú fluyes en mis venas, respiras en mis labios,
te siento en mi dolor;
Bien vivo estás en mí, vives en mi amor mismo
aunque a veces
pesa la luz, la soledad.
(…)
Estás conmigo como están mis ojos en el mundo
(…)
Al yerto infierno donde he surgido".