Yo buscaba florecer en un desierto,
pero él me hizo florecer en un campo de batalla,
jamás utilicé las espinas como armas.
Había olvidado como se sentía la calma,
había olvidado como era sentir desde el alma.
Había olvidado que algunos amores solo se quedan en el corazón
y que la vida se nos va tratando de volver a amar.
Había olvidado que los latidos pueden responderle a una voz,
pero el desamor me llenó de preguntas que no sé.
Había olvidado que las miradas fugaces te pueden hacer arder como una estrella fugaz,
pero todo se apaga y de eso no me quería dar cuenta.
Entre todo mi silencio
aún busco su voz,
pero solo se pierde el ritmo de mis latidos por un amor perdido.
Cuando el amor se marchitó,
brotó una sonrisa por parte de los dos por toda la belleza vivida.
Nunca estamos solos,
alguien habita entre nuestros insomnios,
pero tal vez él si esté aprovechando la noche,
¿las estrellas siguen brillando igual o solo soy yo que todo lo apaga?
La ausencia de su corazón
hace que todos los días son domingos eternos
esperando por alguien que no volverá.
Cuando toco a mi corazón
estoy tratando de sentirlo,
pero los vacíos solo son ecos del ayer,
con él aprendí que el amor nunca se guarda para mañana,
lamento que el amor no haya sido suficiente.
Aún lo recuerdo mientras me desvelo,
por aquellas estrellas que colocó en mi cielo.
Aún lo recuerdo en el terrible insomnio,
por lo trágico que son los sueños de los que duermen separados.
Aún lo recuerdo,
pero sé que algún día será un olvido,
tal vez cuando los momentos vividos estén muy lejanos del presente
o cuando los sueños que tengo no me hagan querer acercarme a él otra vez.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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