Aquellas butacas
no fueron las que nos enseñaron a saber
en donde queríamos estar o
en donde nos queríamos quedar.
Aquellas puertas
no fueron las que nos enseñaron a saber
a donde queríamos entrar o salir.
Aquellos libros
no fueron los que nos enseñaron
a saber nuestra historia.
En aquellas ventanas
vimos pasar a quien queríamos.
Aquellos pies se cruzaron por nuestro camino,
pero no los seguimos con nuestros pasos,
solo fue con la mirada.
Aprendimos más allá de un salón de clases,
con distintas voces hicimos nuestras palabras,
coleccionamos conocimientos
y nos arriesgamos por lo desconocido.
Aprendimos en esos tres años
mucho más de las materias que llevamos.
Hoy es la despedida,
pero mi corazón siempre te dará la bienvenida
esperando que alguna vez decidas quedarte
otro instante o toda la eternidad.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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