El horizonte se fue de viaje
y yo no sé a dónde iré,
¿alguna vez fui un mapa
en tu cartografía?
Ha llegado el barco fantasma,
en este muelle se quedará mi alma,
búscame entre las huellas que dejé en la arena
aun si nunca me puedas encontrar,
tú hazlo.
Ha llegado la tormenta,
no me pidas calmar las aguas
cuando ni siquiera puedo controlar a mis lágrimas.
Ahora sé cómo navegar mi hundimiento
y nada más,
puedes quedarte con el barco,
diré esto antes que tu voz
pronuncie otras palabras
(aquellas que no quiero escuchar):
yo jamás fui una tripulante,
solo una maldita náufraga.
Apagaste el faro
porque dijiste que el sol
brillaba más,
¿cuándo realmente podrás ver la luz?
Esto es mi culpa
por querer bucear
cuando ni siquiera sé nadar.
Nuestros caminos se han perdido
y no sé si alguno de los dos ya encontró el suyo,
no hay horizonte al cual ir,
pero, ¿cómo así?
Créditos de la ilustración a: Aykut Aydoğdu (@aykutmaykut)
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