I.
¿A dónde has ido?
antes te encontraba en mí
y ahora me siento tan perdida sin ti.
Extiendes tu lejanía
acortando mis alas,
desde que ya no estoy en tu vuelo
en mi corazón hay un revuelo.
Amante mío,
qué lejos me llevan nuestros recuerdos,
ni parece que me hacen estar estancada en ellos,
¿dónde nos dejamos?
¿por qué nos dejamos?
Tu ausencia
me trajo a tu fantasma,
¿tú que me das?
Necesito más,
solo a ti
y todo de ti.
Vida mía,
¿por qué no soy tuya?
Tu nombre sangra en mí
y yo solo quiero ser feliz,
te llamo entre sollozos
mientras escucho las risas de Dios.
Amante mío,
te he buscado en todo sitio
y solo te encuentro en mis vacíos,
¿a dónde has ido?
¿todo está perdido?
Se está apagando el fuego del sol
mientras se aviva la llama de este dolor.
II.
Te esperé sonriente
aun cuando la espera me entristecía,
tu regreso me sigue pareciendo una fantasía.
Amor,
las aves están de paso,
pero siempre estarán volando.
Dame todo de ti
para rellenar tu huella,
eres tú, sí, pero ¿esto es real?
Amante mío,
¿qué es de la vida
si no es compartida?
Me entregué a mi soledad
mientras le pedía piedad.
¿Cómo podría culparte?
No debes preocuparte,
todo es parte de nuestro pasado ya,
entiendo, enterrar los barcos en la arena
antes de hundirnos en el mar,
gracias a Dios nuestras aguas se calmaron.
Hace dos noches terminé de leer Poesía Completa (2) de Pablo García Baena, disfruté muchas de sus poesías, pero no vengo hablar de ellas (ahorita no), sino de su adaptación escénica de Coloquio, no soy crítica ni un Jonathan Larson, así que traté de hacer una poesía a partir de su idea a partir de su honor. Aunque igual diré de que va la historia del poeta:
La historia empieza con el Alma buscando al Amado, “¿Adónde te escondiste, amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, habiéndome herido: salí tras de ti, clamando, y ya eras ido? (…) aquel que yo más quiero, decidle que adolezco, pienso y muero (…) mira que la dolencia de amor que no se cura sino con la presencia y la figura”.
En la segunda escena aparece El Amado y el ambiente se transforma. Entiendo ¿qué es el amor si no envuelve a tu corazón en una primavera con su presencia o la fragancia de su esencia? ¡Qué sé yo! Y si lo supiera tampoco lo diría. Volviendo a la historia, se expresa que El Alma “en soledad vivía y en la soledad ha puesto ya su nido, y en la soledad la guía a solas su querido, también en soledad de amor herido”. No claramente (bueno sí), pero afortunadamente en la tercera escena triunfo el amor y no hubo adiós cuando se cerró el telón.
Así que, a tal historia le quise escribir una poesía. Si lo escrito fuera una obra, si existiera una tercera escena o aclararía en que termina, lástima que solo sea una poesía.
Estoy ansiosa por comenzar a escribir más que poesía, algunos poetas leídos en estos últimos tres meses me han mostrado cierto camino para extender mis letras. No siento que sea un futuro muy cercano, pero igual para allá quiero ir, sin prisa. Tal vez si quisiera “evolucionar” debería escribir letras felices en vez de tristes, en la otra vida con mucho gusto, en esta mi alma se siente en armonía con la melancolía.