
Corazón inmutable
Este incendio forestal
nos va a arruinar,
guarda las cenizas
por si podemos sembrarnos
en otro lado.
Amante dorado,
el sol ha estado ocultándose
para no opacarte
y temo que tú también te marches.
Este corazón desenfrenado
ha perdido su cargo,
no le queda más que presentarse
y entregarse,
ya sabrás con qué quedarte,
ojalá aprendas a quedarte.
He perdido mi corazón un par de veces,
pero al atraparlo aquella vez, te toqué
y jamás había sentido un palpitar
tan particular.
Me adhiero a ti
como si no me fueras a herir,
corazón inmutable,
no seas tan noble.
Lo amado solo es una sombra,
el amor es lo que realmente ilumina
y mi alma se ha vuelto tan diáfana.
Mi corazón resplandeciente
busca a su sol más reciente,
tú tendrás lo que no di jamás.
El amor es más
de lo que lo amado puede brindar,
esta copa se está vaciando cada vez más,
pero gracias a Dios he sido precavida
(sabía que esto pasaría)
y tengo guardadas más botellas,
no contaré los tragos,
solo los trozos de este corazón y mis sollozos,
si me escuchas maldecir,
no te atrevas a contradecir.
El amor es más
de lo que lo amado puede brindar,
¿ahora con qué me quedo?
Además del corazón deshecho.
Quédate conmigo
o en el olvido,
me adherí a ti
como si no te pudieras ir.
Atrapaste mi corazón
y le devolviste el latido
junto con su sentido,
ahora te dejo libre, amor.
Mi corazón resplandeciente
perdió a su sol más reciente,
¿dónde está su horizonte?

En la poesía Vereda del Cuco leí dos fragmentos y creo que se sintieron como un revolver dentro de mí, quién sabe por qué, a la vez me estabilizó, pero primero me rompió, las piezas han tomado su lugar, sí, pero, nada, gracias Luis Cernuda por tanto:
“El amor es lo eterno y no lo amado
(...)
Lo que el amor te ha dado
Contigo ha de quedar, y es tu destino,
En el alba o en la noche,
En el olvido o memoria”