Cordones desabrochados

Cordones desabrochados,

no sé a dónde nos llevarán nuestros pasos,

todo lo que tenemos son tropiezos asegurados.

Siempre fuiste una piedra en mi zapato,

ahora no sé dónde han ido tus pasos,

pero sigo persiguiendo la huella que dejaste,

yendo en círculos

porque nunca alcanzamos el infinito.

Cordones desabrochados,

ir hacia a ti me va a herir

y, a la vez, esperarte es no permitirme sanar de lo intocable.

Cordones desabrochados,

no hay ningún hilo que nos una,

no hay ninguna atadura,

ni siquiera algo para que lo sostengamos.

Cordones desabrochados,

te pude haber acompañado a casa,

pero las mariposas me hacían perseguirlas

y por eso huía.

Todo lo que pudo ser y no fue

es la profundidad del océano que debió estar en el desierto

y fue todo ese arenal en el viento que nos dejó ciegos.

Chocar contigo solo es

darme cuenta que la herida está sanada

y ya no dueles,

pero dejaste una quemadura de sol

que es besada por la luna llena,

aquella que me hace sentir cada pieza.

Aún me preguntan por ti

y a nadie le parece la respuesta,

siempre fuiste un acertijo

que no pude resolver,

porque eres más de lo que siempre conocí.

Cordones desabrochados,

odio que nada nos ató,

ni siquiera el amor.