He estado naufragando,
el mar arruga mi piel
por los años que no viviré.
Estoy a la deriva,
la vida comienza a sentirte agresiva,
¿cuánto más seguiré viva?
Estoy en la deriva
y a lo lejos de mí
observo un bote,
mi mamá y la Merce en él,
discuten como jamás lo han hecho,
yo solamente escucho,
y en cada grito y sollozo
llaman a la tormenta.
El cielo empieza a pintarse como una profecía
y ellas siguen discutiendo sobre mi destino,
pero esta escena no parece de mi juicio final,
sino de mi mamá.
La Merce exclama cómo me he estado perdiendo en mi misma
y acusa a mi mamá por su falta y fallas de estar perdiendo a su hija,
le dice que si no sabe qué hacer con mi dolor
ella misma podrá quitármelo,
solloza diciendo que mi vida ya no es vida,
¿es mi alma atormentada lo que creó esta tormenta que nos condena?
las olas comienzan a despedazar su barca,
mi abuela me contiene en un cristal que divide el mar del cielo,
me mantiene protegida del desastre,
como siempre lo hizo.
Cuando la Merce murió
le confió mi vida a su hija,
pensó que yo estaría bien
ahora está pidiendo por mi alma destrozada,
mi mamá grita y grita,
pero la Merce le dice que ya no quiere escucharla
y que si no le interesa mi paz
entonces no es digna,
que no debe preocuparse,
porque yo estaré bien
aunque no me vuelva a ver.
Las olas empiezan a golpear la barca,
¿es mi alma atormentada lo que creó esta tormenta?
he sido yo el problema,
mi mamá grita y llora sin parar
porque se acerca el final,
la Merce se levanta y se dirige hacia el cristal,
mi mamá le dice que por favor no me lleve,
pero es tarde,
ella atraviesa el cristal
y este se hace añicos,
mi mamá despierta de golpe por el estruendo del cristal,
es de madrugada y no puede ver nada,
teme por su vida, teme por mi muerte,
se dice a sí misma que solamente fue una pesadilla,
vuelve a conciliar el sueño
y cuando se despierta
se encuentra con un vidrio de su ventanal
hecho pedazos en el suelo,
fue esa caída el ruido que la despertó,
la Merce finalmente atravesó el cristal,
mas no me llevó, solo la alertó.
En la terrible época, cuando yo tenía 14 y le pedí asilo en el cielo a mi abuela (y me mandó a la chingada) , mi mamá tuvo un sueño donde ella misma y la Merce hablaban sobre mí, mi abuela estaba preocupada por mi estado emocional, y le dijo que tenía qué hacer algo o me iba a llevar, entonces me tomó de la mano y atravesamos un cristal, mismo que se hace añicos cuando llegamos al otro lado, el estruendo hace que mi mamá en la vida real se despierte de golpe, pero Sergio también escucho el ruido, ambos dijeron que había sido el ruido de un cristal rompiéndose y pensaron que había sido un carro que había tirado una botella, ya cuando se despertaron en la mañana ella se dio cuenta que había un vidrio roto en el suelo, mismo que se había caído y rebotado en su mesa noche (golpe que amortiguo las pilas de ropas que ahí habían), y cayó al suelo, PERO bien pudo caerle a ella, porque ese era su lado de la cama. Ellos duermen abajo de la ventana de su habitación, Y la ventana estaba cerrada, solo cayó un vidrio, nada más.
Según mi mamá el sueño era tranqui, pero yo lo dudo por la aventada de madre (con el cristal) que le aventó la Merce. Bien dijo mi hermano cuando le conté: qué cabroncita salió la Merce, pero a mi me daba su mejor versión así que no sé (sí sé). Y en dado caso que haya sido solamente una casualidad, estuvo muy potente.
Yo también dormía abajo de la ventana de mi habitación, pero en el pasado noviembre moví todo de lugar y ya una pared me protege, creo, aunque bien me pudiera caer la repisa vieja (que era de Vick y jamás he usado) de arriba, entre el techo y mi cabeza.
Así como cuando Pizarnik dijo “Sólo el amor pudo haberme salvado. Pero, como siempre, yo no puedo amar ni, mucho menos, aceptar que me amen”. Yo en esa época le dije a una amiga “Solo la Merce puede salvarme y ella está muerta”, y claramente me refería a que no había salvación. El plan no era llegar a los 15 y el próximo mes supuestamente cumpliré 25 años y yo sigo en shock.
La cuestión acá es: La Merce me quería tanto que dijo “vamos a darle una oportunidad de que viva” O ella no me quería y dijo “ay no, ni me traigan a esa chamaca miada, déjenme descansar que estoy bien a gusto”. ¿Muy egoísta de su parte mover el cielo para que yo me quedara en la tierra? Definitivamente sí. ¿Le debería de tener miedo? Muy posiblemente.
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