Inventamos vidas después de la muerte
así como inventamos una vida después de ti,
¿y quién se atrevería a seguir siendo el mismo?
comienzo a desconocerme antes
de poder olvidarte.
Inventamos vidas después de la muerte
como si todos nuestros vacíos
pudieran ser dignos,
¿y cómo puedo revivir
lo que en mí nunca dejó de existir?
he estado viviendo en mis adentros
porque no podemos volver a acercarnos,
me cerco
hasta que me seco
y tu piel cada vez se vuelve más friolenta,
tu alma se vuelve violenta
cuando no me puede acariciar.
Nos rompemos al perderte
y, a la vez, tratamos de ser un fragmento de quien fuiste,
¿y quién se atrevería a seguir siendo el mismo?
comienzo a desconocerme antes
de poder olvidarte.
Nadie quiere abrazar a la pérdida,
todos la ven como una nada,
¿y qué es lo que ya no es?
¿y qué sucede con lo que no sucedió?
¿acaso se convierte en un retroceso eterno?
siempre lo estoy viviendo,
siempre lo estoy viendo
a través de un cristal que golpeo una y otra vez
hasta poder sentir el calor del otro lado,
entonces creo que toqué algo,
pero mis manos siguen vacías,
sus líneas encajan con las espinas de las rosas
y las pulverizo para no saber si es mi sangre o su tinta.
Inventamos vidas después de la muerte
creyendo que allá existe todo lo que acá dejó de existir
donde nuestra decadencia nos guiñaría
y a la gloria nos guiaría.
Inventamos un mundo con nuestros pedazos rotos
y solo estando lejos dejamos de notar sus grietas,
tal vez son necesarias para entrar,
¿y a dónde me transporto cuando tu fantasma me navega?
cuando tu ser me niega
la vida que aún padezco
y poco a poco voy muriendo,
¿nos volveremos a reencontrar en el más allá?
porque existen vidas que no se pueden dejar atrás,
eres la única alma que habita en mi cuerpo.
Tus recuerdos se convierten burbujas de un perfume,
tu esencia se mantiene,
la vida se disuelve rápido
y yo solo recuerdo a partir de tus recuerdos.
Inventamos vidas después de la muerte
para creer que cuando uno llega al olvido
todavía tiene una oportunidad para trascender
¿y cómo sabremos quién ser?
Y yo no sé lo qué pasa,
yo no sé qué es real,
¿las almas nos aguardan
o nosotros las guardamos?
¿El cielo es real?
quiero creer que sí,
porque si tú duermes
entonces soy yo quien debe de soñar,
tomar el mando de la realidad
creando un mandato celestial.
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