Dirección contraria

Estoy corriendo por la dirección contraria,

porque a lo correcto jamás he sabido atravesar.

Prefiero tener miedo a lo desconocido y aterrador

que aterrarme porque está saliendo como en mis sueños.

Estoy corriendo por la dirección contraria

porque el mundo siempre va a donde mismo

y yo quiero ir a un lugar distinto,

tener otro aire,

respirar y relajarme.

Estoy corriendo por la dirección contraria

y me sé el camino hasta al revés,

estoy harta de usar mis pies para caminar,

danzare al ritmo de la canción

y caeré para recordar

cuanto vale la pena estar de pie.

Estoy corriendo por la dirección contraria,

chocando con personas que no saben a donde ir,

solo siguen a los demás

sin saber donde parar

o donde quieren llegar,

solo sabemos a que estamos renunciando

sin importar a que nos estamos aferrando.

Estoy corriendo a la dirección contraria

y tú vas por el camino correcto,

cuando nos encontremos

no sé que laberinto tomaremos para perdernos

ni sé que decisión tomaremos,

nuestro destino está en nuestras manos,

pero nos dejamos llevar por los pies

y cada latido de nuestro corazón.

A veces correr por la dirección contraria

no es lo incorrecto,

sabes a donde quieres que se dirigían los pies,

no seguimos a la multitud

nos alejamos de ellos

para acercarnos a nosotros.

La dirección contraria

no es retroceder,

es dar un paso más

que todos ellos.

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Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.

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