¿A qué llamas Dios:
al creador
o al que quieres que le dé material
a tu esperanza?
Las estrellas no se sembraron en el cielo
para germinar ilusiones,
a veces caen
y nunca llegan a romperse.
Tal vez la luna entiende tu soledad,
pero no te acompaña,
¿a dónde ha ido la noche
que me mantiene cautiva?
La flor dorada
no se salvará de estar marchitada.
Me deshojas cuidadosamente
para luego pisarme cruelmente,
¿cómo te atreves?
Hojas secas,
este crujir
es el fin.
Esquivé una bala
para terminar pisando una bomba,
todo pasa como en cámara lenta
y no se le puede poner pausa ni adelantar,
cierro los ojos para no saber cómo va a terminar,
pero mis otros sentidos tienen su propio punto de vista
y me lo hacen saber,
¿escuchas mis sollozos?
fue error mío el suplicar en vez de orar,
¡Dios mío, de mí ten piedad!
Créditos de la ilustración a: Miles Johnston (@miles_art)
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