Las veces que bailamos
seguí con los pasos
hasta llegar a casa.
Las veces que bailamos
giré de la emoción,
daba vueltas queriendo volver
a cuando todo sucedió.
Bailaba enfrente del espejo
y cantaba en el baño.
Bailaba por toda mi habitación,
necesitaba más espacio,
me sobraba la emoción.
Tantas vueltas que caímos,
tantos pasos que nos perdimos.
Dejaste de tomarme de la cintura
y yo dejé de aferrarme a ti.
Nuestras manos dejaron de estar unidas
y nuestros latidos solo fueron ecos
del amor y palabras del ayer.
Antes bailaba de la emoción
recordando nuestros pasos.
Ahora bailo para disfrutar la libertad
y sentirme mía en cada paso,
a veces caigo porque no hay nadie para sostenerme.
Porque no importa cual es la canción,
bailar es el himno de la felicidad.
Porque no importa lo triste que estemos,
nos reímos de nuestros pasos
o le sonreímos a nuestro acompañante.
Bailo para olvidar,
para sentirme a mí,
para vivir a través de canciones
sin importar la historia detrás de ellas,
yo la estoy escribiendo con mis pies
por estar bailando.
Mira mis movimientos,
no importa si estoy cansada,
siento que nadie podrá nunca detenerme.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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