La brújula no apunta hacia a mí,
pero la flecha sí,
ya no sé en qué creer,
¿para qué se necesita la fe?
Entré a un laberinto
solo para tener un lugar en donde estar,
tal vez me perdí,
pero jamás estuve en mí.
Trazaste un mapa
para poder atravesarme
y ningún derrumbe
te hizo cuestionarte sobre tus cimientos,
yo solamente colapsé.
Mi sangre no sabe en cuál herida pertenece,
los moretones permanecen dejando todo gris.
Aposté que iba a perder
y no sé si realmente gané.
Ya no sé en qué creer,
estoy harta de las señales,
solo quiero una de tus verdades.
Esta brújula ha perdido el sentido,
¿el tiempo se ha detenido
o solo soy yo?
Mi mente ha estado dando tantas vueltas,
cualquier imagen se desvanece
mientras mi ser se oscurece
un poco más,
¿qué queda ya?
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