Encontrarte
- ANMIR MARTZ
- 31 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 15 abr 2024
Mi libertad se trata de no buscarte,
pero estoy condenada a encontrarte.
Los sueños sin fin
jamás encontraron su inicio,
el insomnio tratando de buscar los lunares
que se perdieron en las estrellas,
todo se trata sobre cuerpos lejanos,
nos perdimos entre tanto espacio.
Los muros que nos separaron
soñaban con construir un hogar demasiado alto.
Las piedras con las que tropezábamos
eran las señales del riesgo de acercarnos,
una colina se viene abajo.
Todo lo que soñábamos era una nube,
creíamos que recorrería todo el cielo
y se desvaneció antes de poder contemplarlo.
Todo lo que soñábamos era volar
y jamás pudimos despegar,
no aterrizar en tus brazos
solo me hacía caer hasta romperme cada vez más.
No lo llamaré amor
porque ni siquiera me gusta pronunciar tu nombre
cuando me preguntan por lo que sentí por ti.
El demasiado tarde
es tan cercano al nunca,
tengo miedo de olvidarte de pronto,
pero sería extraño porque aún te extraño.
Un libro lleno de páginas
y vacío de palabras,
un pájaro te recitará la poesía
y se irá cuando se dé cuenta que la historia
estuvo en puntos suspensivos.
Las piezas de rompecabezas
se convirtieron en un ahorcado,
nunca supimos dónde colocarnos,
así que perdimos en todos los juegos.
Jamás pude programar mis sueños,
jamás pude crear un plan,
la realidad siempre fue así,
pero me quería aferrar a lo que no me dabas.
Encontrarte significa saber que si te sigo buscando,
perderme es percatarme que sigo esperando aquello que no sucederá,
porque nunca seremos
aunque estemos.
El reloj es esclavo de unas manecillas y sus giros,
y el tiempo no ha cambiado en nada
porque sus agujas han no han sabido cómo curarme,
ya que sigo escribiéndote con la tinta de mis heridas.
El reloj es esclavo de sus manecillas,
la misma dirección, donde nos encontramos tú y yo,
pero somos tan libres que nunca chocamos,
¡qué desastre es lo intacto!
Comments