Te arranqué del corazón,
pero te metiste entre mis entrañas,
arrancarte de mi piel
solo sería lastimarme,
sé conservar heridas,
¿a dónde van las caricias perdidas?
Debiste sembrar algo en mi corazón
en vez de enterrarnos con las hojas otoñales,
¿dónde estamos?
Nos hemos convertido en nubes aisladas,
en lluvias lejanas,
somos campanas olvidadas
que ni el viento mueve.
Nuestra frecuencia
se quedó quita,
aún tengo amor para dar,
no creo que importe ya.
¡Qué lejos estamos del olvido!
de todas maneras no podremos unirnos.
Destroza cada semilla,
los pétalos no me importan,
ellos no me darán la esperanza.
Sí, me extrañas,
pero ¿extrañas
hasta mis entrañas?
Las caricias perdidas
pueden pintar
nuestra vida desteñida.
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