Entre el siempre y el jamás

Siempre he sentido que no pertenezco a ningún lugar,

he estado sola y rota buscando algún sitio donde estar.

Busqué en ciudades, calles, locales, parques, hogares,

pero en ningún sitio me hacía querer quedarme.

Veía a las personas venir para luego irse,

jamás corrí para alcanzarlas,

jamás grité “quédate” para que me escucharan,

jamás hice una acción para devolverles su razón,

solamente los dejé ir

porque no soy de aferrarme.

Así que sola me quedé,

aproveché del tiempo que sobraba

para hacer lo que me hacía falta,

así que sola me quedé,

aprovechando de la soledad

para llevarme bien con mi única compañía,

conmigo misma.

En ningún sitio quería permanecer

y a nadie le quise pertenecer,

me llevaba bien siendo una pasajera como turista,

sin buscar lo eterno en un mundo con falta de tiempo.

Después de vivir en un desorden,

tome el control de mi vida,

después de haber sido una desconocida,

me conocí por completo,

después de nada,

llego mi todo.

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Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.

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