Conocemos nuestra espalda
porque siempre la mostramos
como signo de indiferencia,
pero, queremos conocer nuestro pecho
porque allí se guarda la magia
de los golpes por besos,
de los latidos y sus sentidos,
de un mapa sobre la piel
con los lunares para perderse en el cuerpo.
Conocemos nuestra cara
pero no nos atrevemos a decirnos las cosas en ella,
así que muéstrame tu espalda,
mi dedo será el lápiz
y escribiré en ella
las palabras que nunca pude decirte,
llévalo contigo como un tatuaje,
pero llévame a mí en el centro de tu pecho.
Rodea mi espalda con tus manos,
demos vueltas como si fuéramos un mundo,
porque en ese instante, estaremos creando uno.
No me des la espalda,
entrégame caricias en ella.
Cambiemos el significado de la espalda,
que no signifique una traición o indiferencia,
que sea algo especial
donde se puedan entregar todas las caricias,
todo el amor…
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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