He estado madurando tan de prisa
que me da miedo perder el toque de niña.
Los últimos años han dejado muchas cicatrices
y jamás dejaré de ser una herida.
He estado madurando a través de los daños
por esos malditos años,
han sido sufrimientos largos,
he cometido ciertos errores en el pasado,
me he roto completamente
que una parte de mí se ha marchitado,
tengo espinas como pedazos.
Todo ha cambiado tan rápido
que se me complica asimilar tanto.
Han sido veranos desperdiciados
y he tenido la oportunidad de llorar por cada gota del mar que me faltó contemplar.
Han sido inviernos sin el calor de un abrazo,
le pongo cuatro hielos a mí refresco,
porque me hace falta aquella persona para tomar café
y expresarme de la mejor manera que me ayude a ver el mundo de una manera distinta,
con una buena visión.
Me hace falta aquella persona que me haga el té cuando me sienta mal,
mi abuela era el azúcar, y sin ella, la sangre ya no sabe agria,
es deseada como un dulce para un niño.
Han sido primaveras secas
y son otoños color sepia.
Un arcoíris con los colores mas brillantes
en un cielo que perdió la luz.
Blanco y negro, grises,
creo que son mejores que unos ojos vacíos.
Las hojas caen como yo
pero quizá yo me mantengo como el árbol.
He estado cambiando que aún me cuesta ver al pasado,
porque siento lo que no fui.
Me he quedado en lo que no pasó,
le pertenezco a lo que me soltó,
permanezco en estaciones sin vías.
Me duele darle una vuelta a mi infancia porque caigo,
jamás supe bailar ni dar ese giro hermoso,
solo corría y ahora lo entiendo,
tan inteligente y demasiado inocente.
He estado cambiando demasiado que cada día me sorprendo más,
esta vida me ha dado tanto y yo solo he estado queriendo algo.
He estado cambiando demasiado
que cuando despierto,
parece que estoy en otra cama.
Le sigo contando sueños a la almohada,
me sigo tapando con la sabana cuando tengo frío o miedo,
nunca he sabido con que pie iniciar,
pero al principio del camino me digo que será un buen día.
He estado cambiando demasiado que escribo sobre los mismos temas
y aunque me expreso casi de la misma manera,
siempre tengo algo nuevo que contar.
He cambiado mi tono
y he mejorado el argumento.
Me he dado cuenta de tanto,
que por fin he apreciado lo que siempre tendré:
a mí.
Soy tan valiosa como ese tesoro que aún está enterrado,
solo faltaba buscar,
solo me faltaba tener interés en encontrar(me).
Por fin puedo decir que tengo amor propio,
no lo considero egoísmo.
Lo mío es la libertad del bienestar.
Soportaba el mal solo para satisfacerme,
pero por amor propio sé cuando ya es suficiente,
termino, pero siempre continúo.
He estado cambiando demasiado,
y he aprendido que no me estoy desconociendo,
solo me estoy descubriendo algo más de mí.
He estado pensando demasiado en todas las posibilidades
que he encontrado la oportunidad de mi bienestar,
y las ganas de mi felicidad.
Pero no te preocupes,
jamás dejaría de apreciar de lo simple,
siempre tendré lo más esencial,
jamás olvidaría quien soy
aunque recuerde que tengo que cambiar:
no seré distinta; solo mejoraré.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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