Hormigas y capullo
- ANMIR MARTZ
- 19 feb
- 2 Min. de lectura
He estado viendo cómo las hormigas trasladan algo,
no sé bien qué es,
parece una costra,
tal vez de una herida mía.
Despierta en mí una curiosidad,
las persigo con la mirada,
se detienen,
mis ojos han sido tan inmóviles.
Han entrado en la abertura del espejo,
tengo miedo de que desaparezca de pronto mi reflejo
y me horrorizo al pensar que si lo abro
pueda encontrar otra versión de mí, hecha de barro.
Salgo corriendo,
alguien me pregunta en dónde he estado,
yo solo le preguntó por cómo luzco,
me pregunta si estoy bien,
no sé qué responder,
voy sintiendo la picadura de las hormigas en todo mi cuerpo,
voy sintiendo cómo van apoderándose de mí.
Alguien me trae un vaso con agua,
mis manos al temblar, la hacen desbordarse,
no hay papel, así que utiliza una hoja de mi libreta para secarme,
había un apunte allí que decía “el agua tiende a estar asociada con la locura,
Ophelia/Ahogamiento”.
Las hormigas van bajando,
el hormigueo va escalando
y caigo.
He estado viendo cómo las hormigas
trasladan lo que parece un ataúd pequeño,
hace meses en poema escribí sobre que las orugas tienen sus propios sarcófagos
y que yo quería conocer el valor de lo que guardaban.
A veces solamente estoy usando representaciones para escribir,
no todo es verdad, algunas otras cosas deberían de volverse realidad.
Tuve que volver a llamar a Margaret, Eleanor y Emma,
me dijeron que lo que había encontrado era un capullo,
posiblemente las hormigas estaban utilizándolo como alimento
antes de que las polillas pudieran devorar mis cosas.
He estado viendo cómo las hormigas trasladan algo,
no sé bien qué es,
parece seda,
tal vez para coserme las heridas.
Cierro la puertecita del espejo,
“no hay nada sucediendo detrás de”
me digo una y otra vez,
mi reflejo siempre estuvo allí,
mas poco a poco va volviendo el color a mi cara
y todavía no sé de qué va esta versión de mí.
En efecto, en uno de mis apuntes (de clasecitas, en este caso La locura y literatura) sí está que el agua tiende a estar asociada con la locura, como en el caso de Ophelia.
Y como no sé si escribiré algo al respeto, mejor lo utilizo de una vez por todas acá.
En efecto, vi unas hormigas trasladando algo, y sí, entraron al espejo que tengo en mi baño (claramente se puede abrir, y evidentemente no lo abrí). Mi primer anotación cuando vi eso fue que parecía una costra. Ya luego investigué que era y es un capullo de algún tipo de polilla (lo curioso es que hace meses tuve el interés de tener capullos de mariposas -que aún no lo hago, espero hacerlo algún día-, aunque es muy diferente, no esa clase de polilla, ya me encargo de eso.
Margaret, Eleanor y Emma, fueron grandes entomólogas (las quiero mucho). En el poema Crisálida las mencioné y también puse lo del sarcófago.
コメント