Ella solo jugaba a la lotería
y él solamente a la baraja.
Ella guardaba las cartas de el borracho y la botella
no era trampa, solo una pequeña broma.
Ella sacaba esas cartas en cuanto él llegaba
y él se reía por la casualidad.
Eran completamente diferentes,
polos opuestos que jamás se entendieron,
pero se enamoraron de sus diferencias
y se amaron tanto que se convirtieron en uno mismo,
pero luego hubo alguien más y el otro odió.
Él siempre le ganaba a todos en el juego,
luego los enseñó a sus nietos como jugar, pero incluso así, todos perdían,
realmente el mayor premio era tenerla a ella.
Ella solo jugaba para divertirse, distraerse y convivir,
casi siempre perdía, pero sabía que era afortunada por ser ella,
ganara o perdiera.
Otra vez están juntos
y quizá ahora sea para siempre,
claro, si ella lo permite
y nadie los separa.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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