Me empezó a gustar el arte por ti,
empecé a detener mi camino
porque total, me hiciste ser eterna.
Dejé de vivir entre la prisa
y empecé a disfrutar de la brisa.
Empecé a contemplar despacio
y observar profundamente el espacio,
llenándome de las partes del universo,
de la naturaleza y del arte humano.
Empecé a tomar aire en cada atardecer,
inhalando cada tono del cielo
para pintar mi interior.
Empecé a observar cada amanecer,
danzando entre los rayos del sol
y pintando el cielo con ellos.
Empecé a contemplar cada atardecer,
tomando mi tiempo
y uniéndome a ese momento,
poniendo el arte de admirar en la obra.
Empecé a admirar a las estrellas,
quienes tienen la tinta de nuestras historias
y a la vez, nos inspiran soñar.
Empecé a admirar a la luna,
amando cada una de sus facetas
y enamorándome por completo de ella.
Empecé a contemplar las flores,
tanta vida en ellas
que transmiten la alegría del vivir.
Cambiaba el enfoque,
le ponía más brillo
para retocar mi ser de luz.
Me enamoré de la ideas que expresa el arte
y la idea de hacer arte contigo:
amarte,
abrazarte,
y un sinfín de cosas que terminan en arte
haciéndonos seres infinitos.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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