a mi Mamá:
Gracias por ser la poesía más bonita,
porque en un solo latido
llenas mi corazón.
Alegras los días grises
y me das una sonrisa
cuando todo son caras vacías.
Vuelves claras las tinieblas
y me abrazas en medio de mi soledad,
incluso cuando yo misma me he perdido.
Te quedas en mi oscuridad
y me compartes de tu fuerza,
no soy invencible, pero sé que estás ahí.
Me derrumbo,
pero a veces no siento los pedazos caer,
solo unos brazos a mi alrededor.
Tengo bastantes razones para amarte,
cuando mi corazón está apagado
y no puedo sentir,
agradezco el amor que me das,
te aprecio incluso cuando soy una malagradecida
y vuelvo a mí y te vuelvo a elegir,
no puedo volver a amarte
porque este amor nunca se ha ido de mí.
Conviertes la chispa en una flama,
entre todo lo que no soy,
sigues apostando por mí.
Dices que mi poesía ha superado todo lo que tú alguna vez escribiste,
que soy la mejor poeta que has leído,
pero tú eres la poesía más bonita
que alguna vez ha existido,
siempre más allá del alma y corazón.
Eres la poesía más bonita que jamás escribí,
pero leí,
me das espacio entre tus letras
y me brindas un hogar.
Gracias por enseñarme la poesía,
gracias por dejarme aprender de ti, poesía.

Gracias... gracias por verme así, Gracias por considerarme la mejor poesía para ti, tú eres mi vida, mi mejor poeta y mi inspiración. Siempre estaré para ti, por ti y contigo.
Me siento feliz de poder darte algo de felicidad, de amor, de seguridad, de abrazos (muchos abrazos) y darte mi ser.
Gracias a ti, por todo lo que me das, por todo tu amor y todo tu ser. Gracias por desnudar tu alma para escribir tanta belleza rodeada de amor, amor puro, amor correspondido.