Recuerdo el día de tu adiós,
hubo tormenta
y ningún arcoíris pudo pintarme,
los truenos gritaban
y yo callé a mi llanto,
necesitaba oír tu voz
y solté un suspiro con las palabras que jamás te pude decir:
adiós.
Aunque tus ojos hayan sido pequeños,
apuesto que ahora están en las grandes y brillantes estrellas.
No dudo que seas tú quien pinte el amanecer,
te encantaba madrugar y cada mañana tomabas un café amargo,
yo no bebo café, solo quiero de tu compañía,
siempre fue dulce para mi vida.
Yo pinto los cielos nublados
con mis ojos llorosos,
con mi alma cayéndose en pedazos.
Nos abandonaste en una tarde lluviosa
para que solo escucháramos los truenos
en vez de escuchar a los crujidos de nuestros corazones rotos.
Tu jardín se convirtió en un campo de guerra,
tu hogar se convirtió en una casa con muros demasiados altos,
me rindo ahí, pero no de ti.
Sigo tus huellas, pero no me puedo quedar con tus alas.
Lanzó piedras al mar,
tú te llevaste todas las conchas de la playa,
solo dejaste caer la arena del reloj
y te elevaste al cielo.
Tengo días a tu lado
cuando un pájaro me canta
o cuando un colibrí viene a mi jardín,
danzan con sus alas y revolotean mi alma.
Viví junto a ti,
la muerte no me puede quitar lo que sentí,
aunque me llene de vacíos porque no estás aquí.
Tengo días a tu lado
cuando vivo y siento desde el alma,
tú renaces como el Alba cada mañana,
eres un ser eterno
y quien nos entrega un amor infinito.
Vida eterna
a aquellos que viven y sienten desde el alma.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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