Tocar tus alas
fue sentir que yo también podía volar.
Sentir tu libertad
fue enredarme en ella
y sentirme mía al estar contigo.
Me arrancaste los temores,
tú eres más salvaje que la intensidad del dolor,
así que bebiste mis lágrimas
y devoraste mi sufrir,
besaste mi ser y me llenaste de amor.
Me arrancaste el sufrir desde la raíz
y me haces florecer, incluso en mis desiertos.
Arrancaste lo malo de mí
y me impulsaste a dar lo mejor de quien soy.
Me diste un cielo para contemplar
por mientras se recuperaban mis alas.
Me diste espacio para llenarme
y el infinito para siempre necesitar de más.
Me arrancaste el pesado pasado
y me entregaste un futuro lleno de presentes,
aquellos momentos que estaba dispuesta a vivir sintiéndome.
Me arrancaste el pasado
y me hiciste arrancar hacia adelante,
con tantas ansias que no hay nostalgia,
con tantas ilusiones que no hay oscuridad,
con tantas ganas que no voy a perder cada hoy.
Me hiciste dar la vuelta a la página
y sacar a bailar a mi historia,
le diste otro ritmo a mi poesía,
otra canción a mi corazón,
otra capítulo a mi vida.
Le diste el “bésame” a los dolores
para que se soportarán.
Le diste la magia de cuentos de hadas
a dos vagabundos y ya tenemos a donde ir
cuando nuestro ser deje de estar.
Cambiaste la historia
que haces que todo haya sido solamente un prologo.
No quiero pensar en el final,
amemos cada letra, palabra, sentimiento, emoción, página, capítulo, todo,
hagamos que valga la pena el haber comenzado.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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