Vi en el cielo los colores de los moretes
y no sé si éste sea quien también sufre
o nuestra piel tiene partes de él.
Vi en el cielo los colores de los moretes
y otras obras de artes, pero me concentré en su desastre,
olvidamos que no somos los únicos con marcas,
aquello que nos deja huella también conserva sus heridas y cicatrices.
El cielo también grita,
el cielo también llora,
el cielo también siente.
Vi los colores de los moretes en el cielo,
¿A él quién lo toca para hacerlo sanar?
Quizá los ojos soñadores le hagan sentir
que ya no tiene pesadillas,
quizá la magia de aquellos ojos
lo puedan reparar
haciendo que los moretes
sean sus fuegos artificiales
o las estrellas más brillosas,
las nubes con las mejores formas,
o tan solo, una marca de guerra
sin sentirse débil por sentir.
No sé quien lo sana,
pero a mí él me salva.
Vi demasiadas formas de las nubes
y cambian constantemente,
pero quedaron grabadas en mí,
tengo un recuerdo del cielo
cuando viajaba por el suelo.
Aquella nube sin viento
me hace suspirar por aquello.
Aquella nube de formas
pero me hace encontrar las piezas faltantes.
Aquellos colores en los atardeceres
hacen que florezcan mis desiertos.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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