Tú y yo compartimos un mar de lágrimas,
nuestros latidos tenían el sonido de las olas,
pero jamás encontramos paz,
éramos solamente idas y venidas.
Me perdí en mi mar de lágrimas,
el dolor me hizo ser una náufraga,
creí que el tiempo arreglaría mis heridas,
pero las agujas de mi reloj y brújula me descosían.
Me perdí en mi mar de lágrimas
y ahogarme me enseñó a valorar mi respirar.
Me vestí de arena,
porque a veces una ola
nos cubre el cuerpo
para desnudarnos.
Me perdí entre mi mar de lágrimas,
el océano jamás fue tan profundo.
Estaba demasiado cansada como para controlar el timón
y el fuerte viento rompió mis banderas,
dejé caer mi ancla en cualquier lugar
porque pesaba tanto que no la podía sostener,
me dejé caer y las olas me arrastraron,
tal vez jamás fui tan libre.
Fuimos un mar de lágrimas,
no necesitábamos mandar cartas a través del océano,
expresamos nuestro dolor
y de alguna manera, no hay nada mejor.
Fuimos un mar de lágrimas,
un muelle olvidado
y una costa creyendo ser infinita
en una arena que no puede mantener ni una huella.
Solo fuimos idas y venidas,
pediré en el pozo de los deseos que encuentres tu camino.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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