Me duelen las mariposas mutiladas
y no puedo llenarlas con mis lágrimas,
no hay agujas para coserlas
y ni siquiera con una lupa
puedo saber cómo se hicieron,
hirieron.
¿Las alas trituradas a dónde irán?
mariposas mutiladas,
nos cortan las distancias
que no nos ven sangrar.
Ahora los trozos de tus alas
están esparcidos como si fueran hojas,
siendo solamente del viento
mientras te hace falta el aliento,
tú dices que no todo puede ser un lamento
y tal vez haya algo cierto.
Mariposa mutilada,
¿te arrancaste parte de tu ala
para demostrar que todos tenemos grietas?,
¿ahora hay más transparencia en tu vuelo?
Mariposa desgarrada,
hoy a la luna también le falta una pieza
y los destellos se acoplan
en el silencio del aleteo de tu ala cortada.
Mariposa con la ala cortada,
¿el desamparo quiso habitar en otra parte?
somos lo que se queda
y el jardín sigue floreciendo,
tú puedes seguir revoloteando en él,
¿puedo acompañarte?
Mariposa mutilada,
no puedo llenarte con mis lágrimas,
solo te rompería más,
entonces al verte sonrío
y tal vez mi sonrisa cabe ahí,
tal vez no estamos rotas
y solamente hay más transparencia en el vuelo,
revoloteemos,
sintamos.
Escribí este poema ayer, porque el 21 de diciembre a las 7:40 p.m. vi una mariposa mutilada en mi cochera, traté de acercarme lo más que pude, ella estaba en lo alto, así que no tomé la mejor fotografía, pero quise guardar la memoria. Casi me doy en la madre por tomar esta foto y lo valía, excepto que Bailey estaba presionando para su paseo y también se lo merecía.
¿Tenía que escribirle un poema a otra mariposa mutilada? Claro que sí, creo que le pongo más atención a los detalles de las mariposas mutiladas que a las enteras.
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