Mary Stuart
- ANMIR MARTZ
- 6 ago 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 ago 2021
Ella hizo una triste y tranquila canción,
el viento melancólico sopla y suspiro,
la brisa me recuerda al lago,
los ojos azules de su mejor amante
y la profundidad de su amor,
ella pasó los próximos años llorando lágrimas amargas,
jamás pudo vivir bien sus mejores años.
Él era la alegria de su primavera
y su corazón joven floreció junto a su amor,
los pétalos cayeron
cuando su corazón dejó de latir,
ella sintió la más profunda tristeza,
su corazón no encontró otro fuego
y todos la buscaban para hacerla cenizas.
Él era el más querido para ella,
el día que brilló más claro,
para ella fue la noche más oscura,
ella necesita hacerlo de ella,
pero perdió su alma cuando él se convirtió en fantasma.
En la profundidad de sus ojos y corazón,
él descansaba solo en un recuerdo,
como un retrato que tiene su lugar,
pero este le muestra al mundo su dolor,
marcos de oro, el valor estaba en el momento.
Las violetas se han desvanecido
y el amor se convierte en una sombra,
todo perdió su sabor,
¿a qué sabe la vida llena de dolor?
Tal vez a lágrimas,
tal vez a labios secos.
El recuerdo de él la acompañó toda su vida,
su dulce sonrisa era lo que detenía a su sangre,
pero todos los pasos sin él
fueron el camino hacia el funeral.
Mary dijo que siempre podía sentir el toque de Francis
y que él siempre estaba cerca de ella,
buscó amor en lugares equivocados,
pero una vez encontró al indicado.
Ella dijo
“Nada me parece bien, a menos que tú estes allí,
mi corazón no está de acuerdo a menos que él esté dentro,
el verdadero amor no puede fingir y aunque estemos separados,
no crece menos en mi corazón”.
Ella era la reina,
pero tal vez su sufrimiento era tanto
que quería ser una lágrima,
porque solo así nacería en tus ojos,
viviría en tus mejillas
y moriría en tus labios.
Estoy enamorada de una dinastía,
de una reina que solía escribir poesías
porque su pueblo no la escuchaba,
el pueblo siempre fue detrás de ella tratando de detenerla,
nadie recuerda el nombre ellos, pero ella sigue brillando,
tal vez esté en una estrella,
pero siempre sin Francis fue la soledad de la luna.
Estoy enamorada de una dinastía,
de una reina que solía escribir poesías
porque su pueblo no la escuchaba,
ella quería ser la lágrima de su amante,
pero todos sus amores se transformaron en trágicos.
Estoy enamorada de la historia de una reina,
quien siempre tuvo los mejores vestidos,
pero sus amantes nunca fueron buenos,
así que se desnudaba en el papel
y su alma estaba tan rota que en un trozo de papel le era suficiente.
Una reina católica decapitada por una (reina) virgen,
lucha de religiones y gobiernos que juraban dar paz,
la felicidad es la única cosa que una reina no puede poseer.
Mary, la primera,
pero no fue la única para Henry.
Hija de James,
coronada a los 7 días de nacida,
perdió su cabeza por una nación que siempre tuvo que haber sido de ella,
aún escucho sus palabras “en mi fin está mi principio”.
Ella estaba corriendo por los jardines de los castillos en Francia
solo para escapar de los ingleses,
pero tal vez el peor enemigo estaba en Escocia, John Knox,
realmente no quiero hablar de él.
Lo rojo de su cabello
no era nada con la pasión de su corazón.
Su mejor poesía fue para Francis,
su mejor amor fue aquel niño francés
que jamás pudo crecer.
Amante de James,
quien fue sospechoso de la muerte de su esposo Henry,
otro matrimonio que terminó en caos,
encarcelados en el castillo del Lago Leven,
aquel que jamás pudieron gobernar.
Mary escapó y buscó protección de Isabel,
pero pedir el trono inglés significaba pedir la muerte.
Mary siempre fue una amenaza,
pero nada era más grande que el trono de Inglaterra,
tal vez porque solo existía la reina y no había ningún hombre gobernando.
Oh Mary, tuviste que haberte quedado en Francia,
eras amada, estabas protegida,
tu encanto era valorado,
aunque Catherine te odiaba
y nadie quiere un de Médici de enemigo.
A pesar de ser la reina con la historia más trágica,
Mary descubrió los pasos para llegar a la felicidad:
ser amable con todos,
agradarle a muchos
y amar a unos pocos,
ser necesitados y queridos por quienes amamos.
Si pudiera ser cualquier cosa en el mundo, quisiera ser una lágrima, porque nacería en tus ojos, viviría en tus mejillas y moriría en tus labios. Mary Stuart, reina de los escoceses.
Toda poesía es una historia, algunas compartidas, pero me ha gustado utilizarlas para darle voz a corazones que ya dejaron de latir, pero a amores que aún se pueden escuchar, su dolor ahora es paz, en esta ocasión me refiero a Mary Stuart. Me inspiré en su poesía para su amado y en su historia para crear esta poesía. Lo subrayado son frases que le corresponden a ella.
Cuando escuché Mad Woman de Taylor Swift pensé en Mary Stuart, aunque sabía la historia detrás de la letra, pero me fue imposible no recordar a Mary, creo que aún no la supero. Me recordó a la versión de Reign, ya que esa serie me sirvió para conocerla, sin embargo, sé que la realidad fue alterada por el drama.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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