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Foto del escritorANMIR MARTZ

Merce: amándote voy y sintiéndome estoy

Merce,

alguna vez fuiste mi voz,

cuando te marchaste tardé en entender

que eras tú  quien me permitía en el silencio escucharme,

encontrarme,

salvarme.


Merce,

la pureza de tu amor

me convirtió en mi alma,

cuando te marchaste

tocaste cada fibra de mi ser

y sangré, tardé en crecer.


Merce,

la luz de tus ojos

sabía cómo acompañar

al fuego de mi corazón,

me abrazabas

y cuando te fuiste me abrasabas.


Merce,

fuiste mi equilibrio

y después de ti

me he aferrado a hilos sueltos,

caigo para ir más lejos,

a lo profundo,

a lo único cierto.


Merce,

tocaste mi corazón

y me lo entregaste,

dijiste que ahí estaría todo lo que necesitaba

y que en el amor encontramos cierta fuerza

para soportar con lo que no podemos más,

esa fue tu última lección y mi mejor canción.


Me enseñaste a creer,

me enseñaste a temer,

y sobretodo me enseñaste a ser fuerte.


Me enseñaste contemplar la naturaleza

para hacer florecer a mi alma,

agradezco que estés en mis raíces

y que seas de otoño

porque me enseñas a ver con otros ojos.


Me enseñaste a vivir,

me enseñaste a morir

y sobretodo me enseñaste a resistir.


Me enseñaste a crecer

y a conservar lo esencial de mi ser.


Merce,

amándote voy

y sintiéndome estoy.


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