top of page

Mi última voluntad

Actualizado: 19 jun 2024

Incinérame,

que no haya un cuerpo para abrazar,

conviérteme en cenizas

para que mi alma pueda volar.


Los epitafios siempre dejan en silencio,

deberías dejar el mío en blanco,

ninguno de mis versos podría hacerlo funcionar,

aunque sé que tú te refugiarás en mi poesía

para tratar de sentirme cerca,

uno siempre está en las cosas que ama

y si cierras los ojos, te prometo que estaré ahí.


Escribirás un poema en mi nombre

y nadie lo comprenderá,

te retirarás a la mitad

porque no aceptarás el final.


Cuando muera

no me hagas un funeral,

ni le avises a nadie,

solo incinérame lo más rápido que puedas

hasta que no haya un cuerpo para abrazar.


Por un tiempo,

coloca la urna en mi habitación,

justo en los estantes,

hazme sentir que todavía son míos

esos libros que no volverá leer,

todos tienen frases subrayadas,

tómalas como si fueran mis palabras,

no dejes que las cosas que he amado

se conviertan en polvo

ni se mezclen con mis cenizas,

terminado en el olvido

porque no habrá un cuerpo para abrazar.


Por un tiempo,

la urna estará en mi habitación,

y si puedes, te lo pido como favor,

tiende mi cama,

solo así sabrás que no volveré a dormir en ella,

yo nunca volveré a despertar,

espero que aparezcas en mi sueños durante mi eternidad.


Déjame en el estante,

junto con los libros que leí

y poemarios que escribí,

seguiré ahí,

de alguna manera,

incluso cuando no exista algo como el alma.


No habrá un panteón para irme a visitar,

solo estaré en mi habitación

y estará la entrada libre

para que alguien vea mi urna

y la vida del estante,

y sepa que no hay un cuerpo para abrazar,

pero estaré de alguna forma en un momento.


Después del año

serás libre de esparcir las cenizas

en el jardín,

permite que me vuelvan a visitar los colibríes

y esperarás que mi tatuaje se haya desprendido de mi piel

y ahí esté mi ser,

porque uno esparce su corazón en las cosas que amó

y gracias a ti no creo que seamos corazones rotos.



Escribí este poema el mes pasado y no lo terminé, según yo iba a ser más extenso y profundo, pero igual ya fue un tema hablado con mi mamá y una que otra amistad. Lo que no mencioné acá es que, si es que rincónpomeario sigue abierto, será eliminado, para que yo pueda descansar en paz, aunque según yo ya tendría los poemarios impresos, en el estante, así que no es como si todo fuera derrumbado (ni que yo fuera Kafka mandando a quemar todo lo escrito ni para trascender en la literatura -ese jamás ha sido mi plan, solo escribir-). De todas maneras los poemarios estarán en el estante para que los lea todos los días de mi larga vida y también para que me acompañen en la ¿eternidad?


La única razón (creo) por la cual no quiero un funeral cuando muera (al menos que ya esté casi viejita, aunque no creo llegar tanto, espero), es porque no quiero que algunas personas vayan, así que mejor prevengo eso, al menos que se me permita tener una lista de NO invitados, demostrando lo especialita (mamoncita, pues) que puedo llegar a ser incluso cuando no haya un ser. Y dirás, “¿solo por eso? Es demasiado estúpido” SÍ, y no es por dejarlos ganar, nonono, es porque en muchos casos los funerales se me hacen con ciertas falsedades (aunque en el funeral de mi abuelo dijeron muchas verdades jaja) y para qué quiero que me estén molestando incluso cuando no puedo escucharlos (considerando que la vida humana solo es un cuerpo, si llegara existir un alma si me anduviera retorciendo en el ataúd). Sería como un: si yo chingué a mi madre, ustedes también pueden (noescierto).


Y no es que me crea importante para tener mucha asistencia, porque creo que la soledad si cumpliría mi último deseo (el de no funeral=no asistencia), sino porque ciertas personas que no quiero que estén, irían, no por mí, sino por aparentar o acompañar (no a mí, evidentemente)


En mi casa (bueno con mi mamá y hermano), ya hablé del tema, y no es porque esté anunciando ni manifestando la muerte, sino porque en dado caso, no quiero que hagan las cosas de ese modo. El padre de mi padre había dicho que quería ser incinerado  por cierta cuestión (errónea, pero no estoy para juzgarlo por eso) y en efecto, fue enterrado. Fue posiblemente la primer muerte que me tocó ver de cerca (y ni cerca porque era familia paterna y ya sabemos esos detallitos en mi caso). Desde ahí escuché la cuestión que es mejor ser enterrado y no incinerado, porque blablabla, y no es como que el cuerpo no se descomponga ni termines convertido en polvo, mejor en cenizas desde el principio, y si alguien quiere ver algo que está debajo de la tierra, mejor que contemple un árbol, las plantas, flores, mucho mejor. Y respecto los funerales, soy consciente que son más para los vivos que para los muertos, pero ni modo, solo que estén mis perritas (Bailey, Ronda y Tessa, si es que para entonces siguen vivas) y ya, de ellas si quiero una despedida  (porque los perritos no entienden completamente ese tema y no quiero que piensen que las abandoné, ni que yo fuera el perro de Neymar -bromita-).


Además, en los funerales dan café caliente y yo soy de puro café frío, así que no, no sería algo muy mío, sería realmente una falta de respeto hacia lo que fui.


No tengo que dar argumentos buenos, porque al fin y al cabo, hablo de mi última voluntad y siempre se tiene que cumplir, sí o sí. Claramente hay una versión de esto mucho más profunda, pero en fin, el fin.


Entradas recientes

Ver todo
"Ella es una verdadera maldición"

Ese angelical rostro nos llevará al infierno, mira, Escocia está ruinas, solo se levantan las sombras, ¿o son fantasmas que vienen por...

 
 
 
El gran final: la ejecución

En el gran espectáculo mi cabeza rodará para ver a todos los invitados que ansiaban gustosos mi gran final, ¿son felices ahora? En el...

 
 
 
Santa o puta (difamaciones)

Depende de tu devoción seré llamada santa o puta, ¿y quién realmente he sido? Mi esposo me dio a mi primogénito, encontré a alguien más...

 
 
 

Comments


© 2023 para  Le Cõuleur. Creado con Wix.com

bottom of page