Todo es una derrota
que no puedo reclamar
y entre los golpes
conocí puños cerrados
y luego lo solté todo,
no puedo arriesgarme,
no me puedo aferrar.
Esperaba una estrella fugaz,
pero el rayo fue el que cayó,
todo viene de golpe
y nos detenemos por el dolor,
nos perdemos
y borramos rastro,
pero la sangre mancha las piedras
y aquel camino es mejor olvidarlo,
los pasos perdidos irán a alguna parte,
sin embargo yo no.
El moretón que me hiciste
no se ha desvanecido,
pero los colores del alrededor
se han apagado.
El moretón que me hiciste
no ha perdido el color
ni dolor
y no sé si estaré bien
o si alguna vez lo estuve.