Dijeron que era demasiado difícil de manejar,
así que me retiré y no sé en dónde demonios me puse,
sentirme perdida se convirtió en mi hogar,
estoy hecha de este sentir que no pertenezco,
sé que a veces puedo llegar a ser yo misma,
pero nunca me siento mía.
Dijeron que todo era mejor cuando no estaba yo,
así que se volvió tan difícil para mí estar,
sobretodo el permitirme ser
porque dijeron que no valía la pena conocerme.
Entre los nombres subrayados,
el mío está tachado,
¿realmente soy un error?
Vuelvo a mis memorias
y no sé cómo darle sentido a esta existencia,
desde temprana edad me he sentido tan perdida y rota.
Mis cicatrices ya no se ven,
pero sé en dónde están,
a veces las siento
y me dan ganas de llorar,
se me nubla la vista
y estas ganas de ver más allá.
Desbordé mi tristeza a través de las lágrimas
y quedó la marca como memoria de mi ahogamiento,
ahora estoy tan seca,
en mí ya no hay vida.
Jamás trataste de disimular un poco tu crueldad hacia a mí
y seguramente yo soy la mala por la mierda que pusiste aquí.
Trataste de colocar cuerdas en mí como si fuera un puto títere
y nunca lo fui porque nunca pude ser nada, nadie,
luego en mi adolescencia quise tanto una soga en mi cuello,
tantas veces realmente, que no sé por qué voy a cumplir 23,
a través de los años, incluso en los últimos meses
me he preguntando por qué no lo hice,
a veces me arrepiento de no haberlo hecho
y eso me llega a joder,
¿alguna vez estaré bien?
En noviembre estuve a punto de recaer,
¿por qué sigo limpia entre tanta mierda?
En mi infancia te encargaste de darme de obsequio
ser nadie en el día que nací,
le llevaste regalos a otros niños que ya habían crecido
con el pretexto del día del niño,
cuando yo tenía algo, los demás merecían algo mejor
y cuando ellos tenían algo y todo, yo no merecí nada,
¡vaya mierda!
Maldije tanto mi existencia, que mi esencia
ya ni siquiera tiene un poco de magia,
estoy tan agotada.
No sé si me caga haber nacido el día del niño
o simplemente haber nacido,
no tengo ganas de mencionar los demás días
porque si en el último día de abril no importé,
en los demás días ni siquiera existí.
No sé si encender un cigarro
o incendiar tu casa.
Me he esforzado en olvidar cierta mierda,
pero todavía puedo verme tirada en el suelo
después de atravesar el infierno.
Pregunté cuál era el problema
y respondiste que simplemente era yo,
no es que deseara morir,
solo no quería existir.
En aquella foto familiar de tu refrigerador había un defecto
y era yo, así que luego doblaste donde estaba mi cabeza,
ese cuerpo no tenía rostro, siempre fui un fantasma allí.
Dirás que no significó nada,
pero doblaste mi cabeza en esa fotografía
y ya habías retorcido mi cabeza con esta puta inseguridad.
El cristal donde había una foto mía se rompió casualmente
y jamás tuviste dinero para cambiar el puto portarretrato
mientras hacías murales para los demás.
Solía comer en las escaleras
porque todas las sillas estaban ocupadas,
¿alguna vez tuve un espacio?
¿desde cuándo me rompe este vacío?
Dijeron que todo era mejor cuando no estaba yo,
la vida sin mí es mejor para todos
y ahora sé que en el fondo sí
porque soy bastante buena arruinándolo,
pero en ese momento no,
era solo una niña, no hice nada,
¿cómo hacer algo si nada de lo mío tenía valor?
Gracias por la invalidación,
ahora sé que me liberó,
no trato de hacer nada para cumplir las expectativas
porque sé que siempre he sido la mejor decepción,
así que puedo hacer todo lo que quiera hacer,
menos ser.
Gracias por la invalidación
pues me liberó,
pero siempre me siento insuficiente
y a veces no puedo con esta puta inseguridad.
Gracias por el rechazo,
ahora a le tengo miedo es a que me acepten
porque no creo merecerlo.
Me alejaron, me exiliaron,
claro que me iba a convertir en alguien distante,
tan perdida y jodida.
Quiero olvidar,
pero la memoria viene
para arrebatarme la poca vida que me queda,
no es difícil conseguir crisis existenciales
si desde que aprendí a pensar no he parado de cuestionarme sobre mí:
¿qué hay de malo en mí?
No importaba lo que yo hiciera,
con el simple respirar ya estaba mal.
Ojalá mi mamá le diga al pendejo de mi padre
que nunca podré ser exitosa en algo
porque toda mi vida me he encargado más en resistir que en existir.
Mis padres aseguran haber sido demasiado cuidadosos con sus hijos,
pero si nunca jugué con fuego
fue porque desde tanto me había consumido en el puto infierno,
ellos lo saben, solo que aún no quieren aceptarlo,
a ella la ha perdonado.
Atacaste primero a las lanchas
y salvavidas
que al barco,
he estado naufragando.
Melodioso silencio,
me romperé
y nadie se dará cuenta
porque a nadie le importará.
En estos días fui por un café con mi hermano y no sé por qué entramos en temas familiares, hablé sobre mis inseguridades y traumas generados en la infancia que me han impedido vivir o ser libremente o simplemente en paz, y quería que realmente muchas cosas que mencioné hubieran sido solo inventos de mi cabeza, de mi inseguridad, tenía esperanza que realmente no hubieran jodido tanto para sanar más rápido, pero no, él afirmo y dijo algo más, en pocas palabras “se mamaban contigo”.
Ya he escrito sobre esta mierda y es difícil porque no puedo hacer que la poesía haga bonito esta historia (y me encanta escribir sobre la tragedia -tal vez porque evito esta-) y porque sigo sin querer hablar al respecto, más que decir “ojalá se vayan a la mierda”.
Hace poco estaba pensando en que me hizo comenzar a escribir, fue hace más allá de 10 años y he olvidado tanto de esa época. Siempre he dicho que es por que necesitaba expresarme de algún modo (porque jamás me permitieron expresar ni ser), PERO creo tomé una pluma y lápiz porque se escribe en silencio y no quería molestar a nadie, pero ¿quién demonios me hizo sentir que molestaba? No hay nombre, solo un apellido.
En fin, this is me trying me define siempre, y quería tatuarme esa canción, pero elegí otra porque espero algún día no estar intentándolo porque pude lograrlo, PERO en estas últimas semanas he estado pensando y haciendo un cambios, quiero estar en el otro camino, incluso si me siento perdida, quiero estar en el camino correcto, sentirme bien, ser y dejar eso atrás, aunque claramente en la poesía lo retomaré, mientras se escriba con tinta y no sangre todo estará bien. Tengo bastante poesía en pausa sobre ciertos temas que no quiero escribir (familia y adolescencia), pero necesito hacerlo por la simple razón que quiero que quede plasmado en letras y no seguir viviendo entre esas palabras e historia.
Todo este dolor, me exprime el corazón, me da golpes y no los puedo esquivar.
Tu existencia es valiosa, tu ser es increíble, pero es una tristeza no habértelo hecho sentir y saber.
Puedes seguir distante, porque eso es sano para ti, pero distante hacia ellos, no hacia la vida.
Este dolor que has sentido, no lo puedo hacer desaparecer, porque ya lo sentiste, ya lo sufriste, ya lo viviste... desgraciadamente.
Pero tú tienes una fortaleza, que quizá aún no conozcas su dimensión, pero es enorme, y está en…