Nuestra gran ciudad se desvaneció,
¿cuándo construimos tantas lápidas?
ahí ni siquiera existía un cementerio.
Solo quedó la neblina,
estas nubes bajan,
pero no nos sentimos como en el cielo.
Todo está hecho cenizas,
usa el corazón que te di como una urna,
no dejes a este amor encerrado en una tumba,
aún hay vida.
Te vi marcharte,
tu sombra quedó impregnada en el suelo,
no se movió, no te acompañó,
¿quién guarda tu alma: tu sombra o tu cuerpo?
Quise crear dibujos con la forma del humo
y al primer toque, abrí mis heridas,
mi sangre le dio fuerzas al fuego
que utilizaron para incendiarnos.
Todo cayó
y nos levantamos de los escombros,
pero cada uno se fue por su lado.
Nos alejamos
y cuando quisimos regresar,
todo estaba lleno de niebla,
nos perdimos sin darnos cuenta.
Créditos de la ilustración a: Ensee (@ens2e)
Comments