El amor está tan alto
que usamos trampas para alcanzarlo.
El amor es tan deseado
que usaremos todo nuestro poder para obtenerlo.
A veces confundimos al amor como un niño
que está ilusionado por pedir su deseo
y confunde un avión con una estrella fugaz.
El amor jamás será una estrella,
siempre será una luciérnaga,
¿somos seres de luz por él
o pinta la oscuridad de nosotros?
A veces estamos tan desesperados
que alguien sostenga nuestro corazón
y lo dejamos caer en las manos equivocadas.
A veces tenemos necesidad de sentir
y llamamos a cualquier cosa amor,
nos engañamos con compañías,
forzamos una relación
porque creemos que somos débiles solos.
Me llené de razones para quererlo
porque ninguna me convencía desde el corazón.
Me llené de razones para quererlo,
aunque sabía que nuestra historia estaría vacía,
porque solo eran palabras mías
tratando de convencerme de una mentira.
Callé a mi alma cuando me dijo
que entregaría mi cuerpo
solo porque no soportaba estar en mi propia piel.
Éramos un cortocircuito,
un error,
pero me emocionaban las chispas que salían de nosotros.
La ventana de mi alma siempre estaba en blanco
y no se trataba sobre la pureza,
sino del vacío.
Le dije a mi corazón que fluyera
en el charco de tu amor.
Mi corazón estaba en guerra,
no quería ser conquistado con trampas.
Jamás fuimos una historia de amor,
tu alma jamás fue mi oración,
solo fue un capricho por mis lamentos.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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