Nunca debí conocer tu nombre,
porque así mi poesía fuera mía
y tu nombre no estaría en las dedicaciones.
Nunca debí conocer tu nombre,
porque así mi corazón no se lo hubiera tatuado.
Nunca debí conocer tu nombre,
porque así hubiera hablado sobre ti
sin que nadie se percatara que eras tú.
Nunca debí haberte abrazado,
porque todo lo que queda de él es tu ausencia en mis brazos.
Nunca debí haberte escrito,
porque ahora todas mis poesías suenan más a ti
que a mí.
Nunca debí haber escrito tu nombre en el espejo empañado
porque sigo buscando tu reflejo o una señal de ti
en un camino donde no estás.
Nunca debí entreabrir mi corazón
porque nos quedamos entre el siempre y nunca.
Nunca debí haber escuchado tus canciones
porque salen el aleatorio cuando estás cerca
y me ilusiona que aquella historia que se canta será nuestra,
pero ni siquiera mi poesía es nuestra,
es un espejismo que busca tu reflejo.
O tal vez nunca debí haber reprimido mi amor,
si igual se iba a romper mi corazón
tuve que darte a ti ese honor de hacerlo.
Yo solo escribo, mi historia y tu interpretación de la poesía pueden ser distintas, pero siéntete libre de compartirme tu interpretación, opinión, la frase que más te haya gustado o lo que quieras en los comentarios. Gracias por leerme.
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